Todo sobre el embarazo anembrionado: causas, síntomas y qué hacer

El embarazo anembrionado es una de las causas más comunes de pérdida temprana del embarazo. También conocido como «huevo huero», es cuando el óvulo fertilizado se implanta en el útero, pero el embrión no se desarrolla.

¿Qué es un embarazo anembrionado?

El embarazo anembrionado ocurre cuando el saco gestacional se forma, pero no contiene un embrión en su interior. Es una situación que suele detectarse en las primeras semanas de gestación por medio de una ecografía, donde se observa el saco sin signos de embrión. Muchas mujeres que experimentan un embarazo anembrionado pueden no notar ningún síntoma diferente a los de un embarazo normal al inicio.

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Causas del embarazo anembrionado

• Anomalías cromosómicas en el espermatozoide o el óvulo.
• Problemas en la división celular durante las primeras etapas de desarrollo.
• Factores ambientales como infecciones o exposición a toxinas.
• Desequilibrios hormonales que afectan la implantación.

La mayoría de los embarazos anembrionados ocurren al azar y no suelen repetirse en futuros embarazos.

Síntomas de un embarazo anembrionado

En muchos casos, los primeros signos son similares a los de un embarazo normal, como ausencia de menstruación, sensibilidad en los senos y fatiga. Sin embargo, a medida que avanza el tiempo, pueden aparecer signos como:

• Sangrado vaginal leve a moderado.
• Disminución de los síntomas del embarazo.
• Dolor o cólicos abdominales.

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Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico del embarazo anembrionado se realiza a través de un ultrasonido, donde se puede observar la ausencia de embrión dentro del saco gestacional. Una vez confirmado, existen diferentes opciones de tratamiento:

• Esperar una expulsión natural: En algunos casos, el cuerpo expulsa el tejido de manera espontánea.
• Uso de medicamentos: Se pueden administrar medicamentos para acelerar el proceso de expulsión.
• Procedimiento quirúrgico: Un legrado o aspiración uterina puede ser necesario si el cuerpo no expulsa los tejidos por sí solo.

Dado que la mayoría de los casos de embarazo anembrionado ocurren por razones genéticas fuera del control de la madre, no siempre es posible prevenirlo. Sin embargo, llevar un estilo de vida saludable, evitar sustancias tóxicas y planificar un embarazo con controles médicos correctos pueden contribuir a reducir el riesgo.

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Redacción bbmundo