Cuando llega un nuevo integrante a la familia, todo cambia: las piezas se reacomodan. El hijo único ya no es único, ahora es uno mayor. Ahora son papás de dos, o tres… Todo esto va a influir en la personalidad de tus hijos, el orden de nacimiento sí importa.
El lugar que ocupa cada hijo en la familia puede influir mucho en su carácter y manera de relacionarse con el mundo. Entender estas dinámicas te permitirá apoyarlos mejor en su desarrollo emocional y fortalecer la unión familiar.
¿Cómo es la personalidad del hijo único?
- Dependiendo de sus educadores pueden ser rígidos, maduros, inteligentes y responsables o todo lo contrario, inmaduros, caprichosos, con dificultad para compartir.
- No viven las peleas en casa, y puede tener dificultad para socializar con otros niños.
- Tardan en desarrollar habilidades sociales.
- Tienen más carga y expectativas.
- Generalmente tienen miedo a quedarse solos en la vida, buscan compañía.
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¿Cuál es el rol según su lugar de nacimiento?
El hijo mayor
El primogénito suele ser el más responsable y perfeccionista, con una inclinación a querer “criar” a sus hermanos menores. Esta figura paterna o materna se convierte en un modelo a seguir, pero también puede llevarlo a sentir que siempre debe cumplir con una misión importante para no decepcionar a la familia.
- Siempre buscan hacer lo que tu papá o mamá quieren.
- Son duros con ellos mismos.
- Se creen el protector de sus hermanos.
- Es el único de la casa que tiene su cuarto limpio.
- Es el de las mejores calificaciones.
El hijo del medio
Lo que antes estaba prohibido para el mayor, ahora está permitido. Sin embargo, este hijo puede sentirse atrapado entre dos mundos: su hermano mayor lo regaña como si fuera otro papá, mientras él busca adaptarse a las reglas ya impuestas.
- Son la envidia del hermano mayor porque «lo dejan hacer todo».
- Tienen más inteligencia emocional que tus otros hermanos, pueden expresar lo que te molesta sin gritar.
- Les preocupa si la gente se la está pasando bien o no.
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El tercero
El tercer hijo llega cuando la dinámica familiar ya está bien establecida (y muchas veces en momentos complicados, como una separación de pareja). Esto lo vuelve más receptivo y observador. Es el primero en notar un cambio de look en mamá o en percibir el ambiente familiar. Es importante cuidar su autoestima y asegurarse de que reciba la misma atención y amor que sus hermanos. Detalles como tener fotos de bebé o celebrar sus logros pueden hacer una gran diferencia en su desarrollo.
- Les gusta llamar la atención.
- Son los consentidos (aunque digan lo contrario).
- Les cuesta trabajo saber lo que quieren.
- Se salen con la suya
El cuarto hijo
Para este momento, los padres ya están menos rígidos con los límites y agradecen que los hermanos mayores ayuden a cuidar al más chico.
El cuarto hijo suele ser el conector de la familia: el que reúne a todos, desde la abuelita hasta la tía Chonita. Eso sí, aunque disfruta de la atención, también sabe cómo salirse con la suya.
- Son muy independientes.
- No saben aceptar un NO por respuesta.
- Tienen talentos ocultos bajo la manga.
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Julia Borbolla
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