lunes, 2 de abril de 2018

¿Cómo hacer que se tome la medicina?

¿No quiere tomarse la medicina? Es la cuarta o quinta vez que lo intentas y la cucharada termina siempre en la ropa; sólo abre la boca para decir que no le gusta la medicina. ¿Te suena? Es normal que los sabores amargos sean desagradables y esto puede deberse al retrogusto, que es la sensación que algunos alimentos dejan tras haber pasado por la boca. Además, los niños prefieren elegir qué comer y claro que los medicamentos no están en el primer lugar de su lista.

 

5 Tips para que se tome la medicina

 

Sin embargo, debido a que se trata de algo que le devolverá la salud, es necesario que lo que ingiera haya sido recetado por el médico y sea el mejor recurso al que pueden recurrir en el caso específico. Probablemente ya intentaste con versiones infantiles de aromas añadidos, pero hay algunas que no tienen este tipo de presentaciones y para esos casos te damos cuatro sencillos tips que intentan no hacer agresivo un hecho tan común.

  • Revuelve el jarabe o las pastillas trituradas con una bebida de su agrado (jugo o agua de frutas); sólo asegúrate de que estén bien disueltos, que lo consuma todo y que no hayan quedado restos en donde los serviste.

 

  • Envuelve las pastillas en pedazos de un caramelo blando o pan dulce.

 

  • Muele los comprimidos con un cubierto y mézclalos con una pequeña ración de algo que pueda comer a temperatura ambiente, como gelatina o el polvo que acompaña a varias paletas; esto para que el calor no afecte los beneficios de la sustancia activa.

 

  • Dale una paleta helada o un pedazo pequeño de hielo previo al medicamento; así se le entumirán las papilas gustativas y le será difícil percibir lo que le des luego.

 

  • Por último, si el inconveniente es el jarabe, puede que busques su versión en cápsulas, quizá ya esté listo para ello y entonces la toma pueda volverse una nueva experiencia.

 

Checa: Qué hacer cuando ingiere medicinas

 

Cualquiera que sea tu método para enseñarle a pasarlas, asegúrate de que esté de pie o sentado para evitar que se asfixie. Antes de castigarlo o sobornarlo, lo mejor es que dialogues con él y le expliques por qué es bueno y animarlo. Pueden sorprenderte su madurez y cooperación. Envuelve el medicamento en pedazos de un caramelo blando o pan dulce

Redacción bbmundo

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