Enseñar a tus hijos a ser felices es más fácil de lo que te imaginas, sólo tienes que realizar hábitos cotidianos que promuevan un estado de contentamiento, autoaceptación y valía. Niños felices que experimentan bienestar, seguridad, confianza, sentido de logro y pertenencia se convierten en adultos exitosos tanto en lo personal como en lo profesional.
Estos son los 10 tips para criar niños felices:
- Reír. – La risa es sinónimo de felicidad y es la manera en que más se contagia. Aún cuando al principio la risa sea forzada, al reír generas en el cerebro estados placenteros y de tranquilidad. Provoca la risa en tus hijos, cuenten chistes, vean películas cómicas, háganse cosquillas. Reír los hará optimistas y felices.
- Mantener la calma. – Ser padre es un trabajo estresante, es fácil caer en la irritabilidad y la impaciencia. Desarrolla tus habilidades para regular el estrés, realiza actividades que te resulten placenteras, cuida de ti. Tus hijos moldean sus conductas a partir de lo que observan, enséñales a manejar el estrés de manera sana.
- Mover el cuerpo. – Hagan deporte diariamente. Al levantarse, antes de hacer la tarea o en cualquier momento, brinquen, bailen, corran; mover el cuerpo cambia el estado de ánimo y favorece una visión positiva de las cosas.
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- Ser amable. – Ser amable y generoso nos hace sentir bien con nosotros mismos e incrementa la autoestima. Tengan actos de amabilidad entre los miembros de la familia, de la escuela, de la comunidad. Enseña a tus hijos a través del ejemplo: sostén la puerta para que otra persona pase, cede tu lugar en la línea de la caja del supermercado, deja pasar a un peatón, hay muchas maneras en que podemos practicar la amabilidad. De acuerdo con su edad tus hijos podrán realizar actos de amabilidad y guíales a reconocer lo bien que se siente ayudar a otros.
- Ser agradecido. – Cada día dibujen o escriban tres cosas buenas que les hayan sucedido y por las que deseen dar gracias. Son esos pequeños detalles que hacen que la vida valga la pena. Por ejemplo: haber ido al parque, saludado a un amigo, ver la puesta del sol, un helado. Siempre hay cosas buenas por las que dar gracias aún en un día difícil. También expresar agradecimiento a nuestros afectos fortalece el vínculo y mejora nuestras relaciones interpersonales.
- Haz una pausa. – Vivimos con agendas saturadas tanto los padres como los hijos, entre trabajo, escuela y clases extras. Detenerse por breves instantes en el transcurso del día hará que el estrés no los rebase y podrán enfocar la atención. Programa pausas de tres minutos en diferentes momentos del día y simplemente dense cuenta de la temperatura del medio ambiente, escuchen los sonidos que les rodean, sientan su respiración, observen las nubes pasar. Quédense quietos unos instantes y experimenten la belleza del momento presente.
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- Regular las emociones.- Enseña a tu hijos a identificar y nombrar la emoción que están experimentando, utilizando un tono de voz y un lenguaje corporal que le provoque tranquilidad pero sobre todo contención, pregúntale ¿Te sientes enojado(a), triste? Dale opciones de emociones que tú consideres está experimentando. Empatiza con él o ella diciendo: Yo también me sentiría así si me sucediera lo mismo que a ti. Dirige su atención a las sensaciones del cuerpo e invítalo a respirar lentamente, hacer burbujas de jabón es una excelente estrategia. Indícale que se dé cuenta cómo con cada burbuja la emoción se va yendo, porque las emociones son pasajeras llegan y se van.
- Retrasar la gratificación.- No les des todo lo que te piden, enséñales a esperar y a manejar la frustración por no obtener lo deseado en el momento en que lo deseen. Aprender a no caer en la tentación de una satisfacción inmediata está relacionada con logros académicos, control de impulsos y conducta financiera responsable en la edad adulta.
- Fortalece los vínculos afectivos.- Mantengan la comunicación y la cercanía con otros miembros de la familia o amigos. Cada día llamen o manden un mensaje a alguno de sus afectos, los niños aprenderán a identificar a su red de apoyo, a su tribu, esto les hará sentirse seguros y protegidos. Hagan juntos álbumes de fotografías, recuerden momentos felices y también los difíciles o dolorosos y lo bien que se siente ser acompañado por las personas que amamos.
- Brindar amor incondicional.- Hazle saber y sentir a tus hijos que los amas por lo que son y no por lo que hacen. Eres el muelle al que siempre podrán atracar en busca de consuelo, amor y felicidad.
Practica cada día estos hábitos y pronto notarás que la felicidad es la forma en que tu familia ha elegido vivir la vida.
Eve Valdés
Psicóloga de la Universidad Iberoamericana. Especialista en Psicofisiología y Mindfulness.
Dedicada a enseñar a las familias a crear condiciones de paz y tranquilidad que favorezcan el florecimiento de la mente humana.
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