Ejercicio de Mindfulness para mamás con culpa, desesperación o frustración

Ser mamás con culpa es algo de lo que pocas mujeres hablan. La maternidad es una de las experiencias de vida que más conecta con la humanidad, se experimenta un torbellino de emociones que van desde la más profunda alegría y amor incondicional hasta la frustración, la desesperación y la culpa.

Y para manejar esas emociones, este ejercicio de Mindfulness puede dar paz. 

Sin olvidar también que nos confronta a una mujer con la vulnerabilidad, porque nadie es perfecto y los seres humanos pasan por sufrimiento y errores. Deja a un lado la culpa en la maternidad.

Ejercicio de Mindfulness para mamás con culpa

La idea de ser una mamá perfecta es una pesada carga para unos hombros que ya de por sí llevan la responsabilidad de criar y sostener emocionalmente a otro ser humano.

Quizás si mientras criamos a nuestros hijos aceptamos que somos madres pero que también deseamos un desarrollo profesional, una vida sexual activa, diversiones ajenas a las actividades de los pequeños y que hay momentos en que experimentamos sentimientos diferentes a un gozo permanente por ser madre, en lugar de ser perfectas seríamos más auténticas, más conscientes de nuestras necesidades y entonces seríamos las madres que nuestros hijos necesitan.

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Nuestros hijos no necesitan madres perfectas, lo que buscan es un modelo que les muestre cómo afrontar las dificultades de la vida, las frustraciones, cómo encontrar paz y seguridad en sí mismos y a vivir plenamente cada momento de la vida. Empieza por dejar a un lado la culpa en la maternidad.

Si mientras sostienes a tu hijo en brazos te surgen pensamientos de desear estar en otro lado, frustración porque extrañas tu actividad profesional o impaciencia porque tienes algo urgente que atender, sé amable contigo misma, reconoce lo que estás experimentando y cuida de ti.

Vivir siendo mamás con culpas ocasiona que no liberes tus emociones y eso causa irritabilidad en conductas que pueden poner en riesgo el vínculo emocional con tu hijo.

Cuando te invadan pensamientos y emociones que consideras no son adecuadas de experimentar para una madre, realiza el siguiente ejercicio de Mindfulness:

1. Coloca una mano sobre tu pecho
2. Explora las sensaciones en tu cuerpo. “Sintiendo un nudo en el estómago”
3. Etiqueta los pensamientos como pensamientos, mentalmente puedes decir:
“Pensando que extraño mi oficina”.
4. Identifica la emoción: “Experimentando enojo, frustración”
5. Enfoca tu atención en las sensaciones de tu respiración o en las sensaciones del contacto del aire con tu piel
6. Expande tu atención a sentir todo tu cuerpo y mentalmente di: “Está bien sentir esto que siento”
7. Pregúntate:¿Qué necesito en este momento?

Recuerda que pedir ayuda está bien, descansar está bien, no ser perfecta está bien cuidar de ti está bien.

Eve Valdés , soy mamá, amo comer chocolate y salir a caminar con mis perritas al parque; estudié psicología y me he especializado en la práctica de Mindfulness, recibí entrenamiento en la Fundación Mindfulness de la Universidad de Oxford.

Fundé Mente Sapiens para ayudarte a desarrollar tus habilidades para vivir una vida plena y sin culpa en la maternidad. 

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Evelina Valdés