Si tu hijo se enoja fácilmente, grita y patalea a la menor provocación, es necesario que lo ayudes a controlar esa emoción, pues cuando crezca, las consecuencias de su ira y frustración pueden ser altamente negativas. Además, todos los niños tienen la capacidad de modificar sus conductas a fin de que aflore su calidez, empatía y buena vibra.
¿Por qué mi hijo se enoja mucho?
¿Tu hijo heredó ese temperamento?
Los niños nacen con cierto temperamento, que tiene una base genética (se hereda de los padres y abuelos), pero también se le atribuye a diversos procesos fisiológicos, como la acción endocrina de ciertas hormonas.
En cambio, el carácter se va formando con aquello que le enseñan, día tras día, al niño. Por eso, maestros, padres y otros adultos deben aprender a manejar también sus emociones a fin de que el niño sepa que los berrinches, los enojos, las pataletas y golpes no son el camino para la sana convivencia.
¿Los berrinches son normales?
De acuerdo con Denis Sukhodolsky, psicólogo clínico del Centro de Estudios Infantiles de la Escuela de Medicina de Yale, no es inusual que un niño menor de cuatro años tenga hasta nueve berrinches por semana, con episodios de llanto, gritos, patadas, pisadas fuertes, golpes y empujones que duran entre cinco y diez minutos cada uno.
No obstante, cuando el niño cumple los cinco años superará dicho comportamiento, especialmente cuando acude al jardín de niños, puesto que convivirá con otros niños que tienen el temperamento más relajado o que les han enseñado herramientas para controlar sus enojos.
Sin embargo, cuando continúan los berrinches e incluso se potencializan es necesario buscar estrategias que ayuden a controlar su frustración, pues cuando un niño escolarizado sigue comportándose mal, su desarrollo no será el apropiado y causará problemas con sus compañeros, familiares y en otros espacios públicos. Incluso, puede ser necesaria la ayuda profesional ya que según Sukhodolsky, los problemas de ira son la razón más común por la cual los niños son enviados al servicio de neurología y salud mental.
Conoce el enojo
La psicóloga cognitivo-conductual, Maricela Fonseca Analco, directora del Centro de Atención Integral, explica que existen diversas formas de ayudar al niño a controlar sus emociones, pero es importante que «revisemos primero lo que ha aprendio de sus figuras principales (padres u otros familiares con los que pasan más tiempo, así como maestros) respecto del autocontrol y autoregulación, pues si los adultos son gritones, los hijos también lo serán», explica la entrevistada.
El enojo como emoción no es mala ni negativa, simplemente sucede y las sentimos. Es una de las sensaciones que el humano tiene y que forma parte del proceso de adaptación y evolución, al igual que la tristeza, la alegría, el miedo, la sorpresa y la vergüenza, entre otras.
¿En qué momentos entra en escena el enojo?
Fonseca Analco explica que la emoción del enojo sirve a fin de prepararnos para un ataque, surge también cuando nos sentimos amenazados por alguien o por algo.
Estrategias para manejar su enojo
A fin de ayudar a tu hijo para que busque otras alternarivas de solución ante el conflicto, los expertos en salud mental recomiendan seguir estas estrategias:
- No lo etiquetes
Si tu hijo suele reaccionar con enojo, no hay que etiquetarlo, pues le causarás una autodefinición negativa de él. No lo llames «Juan el enojón» o «María la berrinchuda», recuerda que tu hijo está en formación de su personalidad y de su autoestima, por lo tanto hay que hablar del enojo de tu hijo y no del enojón. Es decir, hay que separar la emoción del niño, puesto que no lo define.
- Él aprende de los demás
Tú hijo aprende cómo los adultos a su alrededor resuelven, en cuarentena o en vida normal, los conflictos. Así que debemos mostrarle siempre las respuestas adecuadas; lo ideal es que hagas una reflexión de la forma en que los adultos resuelven las situaciones que les genera enojo, especialmente ahora que estamos tanto tiempo en casa.
- Verbaliza la situación
Es importante verbalizar lo que ocurre, por ejemplo, le puedes decir: «creo que estás enojado porque te pedí que apagaras la televisión, ¿verdad?», o «¿te sientes disgustado porque nos tenemos que ir de la casa de la abuela?». Y a partir de la respuesta hay que construir soluciones. Si a tu hijo se le dificulta verbalizar cuando está enojado, otra opción es que lo escriban o dibujen y mientras lo hacen puede ir disminuyendo el enojo.
- Establece rutinas
No dejes que tu hijo haga lo que quiera cuando quiera. Le debes poner rutinas dentro de casa lo ayudan a contenerse y controlarse, pues sabe perfectamente qué debe hacer durante la mañana, tarde y noche. Debes ayudarlo tener un día sin caos.
- Ponle límites
Los niños deben seguir normas y reglas dentro y fuera de la casa; incluso, los críos que tienen momentos de enojo e ira deben ser contenidos aún más. Una buena opción es tener un reglamento con actividades equitativas entre los hermanos y todos los deben firmar. Es necesario explicarles a los niños qué se espera de ellos.
- Comparte tiempo y atención con cada uno
Es importante que los padres tengan tiempo de calidad para brindarle a cada hijo. Durante 15 a 20 minutos por día, pueden platicar, cocinar, leer, jugar, conversar o hacer lo que más disfruten juntos. Debes compartir tiempo y atención con los niños y durante esos momentos refuerza y aplaude sus logros.
Durante ese tiempo es necesario conectar con tu hijo y hacerle saber lo importante que es para ti.
- Crea un rincón del enojo
Busca un espacio en tu casa donde los integrantes de tu familia pueda ir cuando se enojen. Ese espacio puede tener un tapete, un cojín, una almohada, hojas que pueda romper, masas para moldear, su juguete favorito, colores para dibujar la frustración y el enojo, o lo que le ayude a controlarse.
- Inventa el frasco o el botón de la calma
Dale un frasco a tu hijo y que lo llene de agua, aceite, brillantina, estapas, pagarinas y todo aquello que le guste. Cada integrante de la familia debe tener su frasco que se utilizará cada vez que se haya enojo. Otra opción es el botón (puedes dibujarlo y decorarlo a tu gusto) de la calma, el cual se presionará cuando el niño o el adulto esté enojado. Tanto el botón como el frasco deben estar a la alcance de su mano.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
«Si se generan tensiones dentro de la familia por el comportamiento del menor, o si el manejo del enojo no está dando resultados, es necesario buscar ayuda profesional; existen muchos modelos terapéuticos para los niños, pero la mejor opción para el manejo del enojo es la terapia cognitivo conductual, pues es la que tiene evidencia científica de su eficacia en temas
de regulación emocional, a corto y mediano plazo, en niños», indica la psicóloga.
Sin embargo, no sólo el niño debe acudir a terapia, sino que también la familia debe ser orientada en el manejo de las situaciones de la familia.
Fonseca Analco precisa que es «muy importante que antes de llevar a tu hijo a terapia, tengas la certeza que el terapeuta tenga los conocimientos profesionales así como la experiencia con niños, puesto que cualquier mala atención puede repercutir en la formación del menor de edad».
Mi hijo se está enojando mucho en la cuarentena
Es normal que durante el aislamiento que estamos viviendo, tanto niños como adultos, durante la cuarentena por COVID 19 se modifiquen los ritmos de vida, de la estructura y de las rutinas que cada una de las familias llevaba.
Por ello, se generan una serie de reacciones en todas las personas, sin importar su edad, algunas de estas reacciones (ocurren al mismo tiempo en una misma familia) son ansiedad, frustración, miedo y, por supuesto, enojo.
Los niños no son ajenos a estas emociones, pueden experimentarlas. Y, si tus hijos están presentando mucho enojo durante esta cuarentena, lo primero y más importante es empatizar con él. Es decir, entenderlo, validar su emoción y ponernos en su lugar.
Sin embargo, hay que aclarar que validar la emoción significa, entender que es natural que pueda sentirse enojado, pero nunca hay que validar las conductas negativas, desafiantes o agresivas que surjan del enojo, puesto que no hay justificación para que tu hijo actúe mal.
«Es importante conocer de dónde surge el enojo de tu hijo, preguntarle sus razones y ayudarlo a identificar porqué está con esa emoción, para después evaluar si vale o no la pena que se enoje por tal situación, y orientarlo a que entienda que si enojándose soluciona algo o bien existen otras alternativas más asertivas para resolver la situación con otras alternativas que los padres le ofrezcan y muestren», advierte la experta.
Terapia en línea, gran opción
Así como las clases de la escuela son en línea, también se están dando (y cada día más) terapias en línea, que ayudan a adultos y niños a controlar sus emociones, especialmente el enojo, la irá y la frustración, especialmente por el aislamiento que genera la cuarentena.
Busca opciones adecuadas para ru bolsillo, pero también revisa que tengan todas las
certificaciones y experiencia en la atención durante la infancia.
«Busca que realmente tengan un título de psicóloga, que tengan experiencia con niños y que su modelo terapéutico sea adecuado para la situación que vive el niño», finaliza la experta Fonseca Analco.
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