miércoles, 17 de junio de 2020

Parentificación: cuando tu hijo se comporta como tu papá

¿Tu hijo se ha convertido en la persona que te dice qué hacer? A lo mejor está llevando a cabo la Parentificación, una etapa que, la psicóloga Whitney Goodman ha deducido que todos tuvimos durante la infancia.

¿Qué es la Parentificación?

Este término se le ha adjudicado al psiquiatra húngaro, Boszormenyi-nagi, quien la describe al momento en que un niño se ve obligado a asumir el papel de un adulto. Es decir, vamos a plantearlo así: ¿cuántos niños no se encargan de limpiar, lavar, cuidar a los hermanitos o incluso hasta de trabajar?

Sin duda, una de las realidades más comunes, es que muchos niños «tienen que» cuidar a sus hermanos menores, cosa que si lo pensamos, no es su obligación ser los tutores (aunque sea por un rato) de nadie, ellos son niños. Llevar a cabo este rol implica que los críos se encuentren en situaciones inapropiadas para su desarrollo.

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Lo mismo pasa cuando se convierten en los mediadores de los padres; ¿cuántas veces no le has dicho «ve y dile a tu papá que…» porque entre ustedes están molestos? Ahora bien, sabes ¿cómo repercute esto en la idea de quién es el que está a cargo?

Los expertos dicen sobre la parentificación

Whitney Goodman, psicóloga, escritora y terapeuta, comenta que el que el niño pase por esta etapa “pueden beneficiarlo en ciertas áreas de su vida, como ser un niño responsable o un gran cuidador. No todo es malo, pero tiene el potencial de volverse algo no tan bueno para su ser adulto. Es necesario encontrar el equilibrio adecuado entre responsabilidad, juego y diversión”.

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Pero ¿qué características te hablarán de que una persona ha atravesando esta etapa? La psicóloga Goodman propone que las personas identifican estas 14 señales:

  1. Crecen sintiéndose que tenían que ser responsables
  2. Tienen problemas en el momento de jugar o “soltarse” y fluir
  3. Les gusta sentir el control
  4. Se encuentra inmerso en discusiones entre sus padres
  5. Siente que hace de más para la edad que tiene
  6. Recibe muchos elogios por que es «muy responsable»
  7. Sienten que ser autosuficiente es mejor que tratar de confiar en los demás
  8. No recuerda lo que es un niño que juega
  9. Sus padres tuvieron problemas para cuidarse a sí mismos u otros le asignaron la responsabilidad
  10. Se convierten en personas que cuidan de otros
  11. Ser cuidador te hace sentir bien aunque te sacrifiques
  12. Tienen un mayor sentido de empatía
  13. Se sienten obligados a ser apaciguadores y pacificadores
  14. Sienten que sus esfuerzos no son apropiados

Como ya lo mencionó la experta, esto puede ser positivo, pero lo importante es que tú como adulto que viviste esto o tu hijo -si es que lo estás poniendo en esa situación-, se sienta (n) importantes, sepa que es escuchado y que se reconocen sus necesidades.

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Si tu hijo o tú se sintieron identificados como víctimas de la parentificación, intenten sanarse a través de estas medidas:

  • Asume tu responsabilidad. Reconoce que no fue justo y que te dolió, avanza asumiendo que aún puedes ser amigo de tu  niño interior
  • Estructura tu día. Encuentra la manera de crear una rutina significativa para ti y donde te sientas seguro, no para los demás o su comodidad.
  • Sé libre. Busca una actividad de juego que te haga sentir feliz y libre
  • Ten un espacio donde te sientas seguro
  • Busca tu salud emocional. La experta menciona que para sanar tu herida de parentificación, es importante permitirte sentir y experimentar emociones. «Recuerda que sus sentimientos son reacciones normales y que tienes el poder de decidir qué quieres hacer con ellos”.
Artículo original: elpais.com

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