Vivimos en una sociedad que premia más una respuesta precisa que una buena pregunta reflexiva. Desde niños se nos inculca el memorizar y acumular conocimiento para dar la respuesta “correcta” como: “¿cuál es la capital de Francia?” o se nos bombardea con preguntas sin mucho sentido del tipo: “mira nada más que cochina andas, ¿por qué eres así?”. Pero realmente no nos hacen estas preguntas que pueden cambiar tu vida.
5 preguntas que pueden cambiar tu vida en tiempos de COVID-19
Se nos dice que quien tiene la contestación más rápido es el que gana y sabe más. Más allá de los programas de concurso, esto no deja de ser sino una habilidad llamativa.
Un buen cuestionamiento no es sino un extractor para una réplica reflexiva. Una que no provenga sólo de un saber, sino de un pensar y hasta un sentir. ¿Cuáles pueden ser algunas preguntas que pueden cambiar tu vida? Aquí mi propuesta:
Conoce: 5 etapas y retos que viven las parejas con hijos
¿Qué es lo que no quiero enfrentar?
Decisiones, acciones, rehusarte a soltar o no atreverte son síntomas de viejos miedos ocultos. Pararte y reflexionar en situaciones de atore puede llevarte a desenmascarar al enemigo interior y cuestionarlo.
¿Y esto es verdad?
Frecuentemente tememos las consecuencias de algo o fantaseamos sobre eventos catastróficos en nuestra vida, pero ¿qué tan reales son? No existen decisiones sin consecuencias, así que deja de esperar el momento perfecto y mejor busca el más adecuado.
¿Este pensamiento me fortalece o debilita?
Hay algunos que parecen protegernos de peligros imaginarios y en realidad son carceleros que nos encierran en la prisión de la mente. Por otra parte, hay otros que pueden atemorizarte, pero que si los observas con cuidado, te darás cuenta que lo que quieren de ti es que rompas con patrones y círculos viciosos. Esta es una de las preguntas que pueden cambiar tu vida.
También: ¿Por qué criar despacio?
¿Cómo puedo aprovechar esta experiencia para ser aún mejor?
Las cosas que nos pasan a veces nos dejan en el piso y sin mucha energía. Es normal lamentarse cuando ocurren sin embargo y más allá de ello, ya que estemos en el suelo, aprovechemos la perspectiva para echar un ojo al problema desde ahí. Quizá hallemos nuestro talón de Aquiles.
¿Qué es lo que podría dejar de hacer hoy que causaría un impacto significativo en mi vida?
Tenemos la mente muy ocupada pensando “cómo haré para salir de este problema” o “qué podré hacer para obtener esto que quiero”. Para variar, indaga si hay algo que podrías dejar de hacer y que te ayudaría a acercarte a tu objetivo o, al menos, a alejarte de lo que acaba por enredarte más. Quizá un hábito indeseable, una reacción impulsiva o incluso guardar silencio.
Responde una o las cinco. No tienes que hacerlo hoy; piensa, reflexiona y ve cómo te modifica cada una de ellas cuando la aplicas a tu presente.
Artículo publicado en revista print No 96, octubre 2013
No hay comentarios.:
Publicar un comentario