Muchas personas piensan que el Abuso Sexual Infantil (ASI) se refiere exclusivamente a violación; sin embargo, podemos abusar sexualmente de un niño o una niña sin siquiera tocarlo.
Cosas que no sabías que son abuso sexual
Sí, el ASI va desde mostrarse desnudo ante un menor con la intención de inquietarlo, o pedirle que te muestre su cuerpo para verlo o fotografiarlo. Mostrarle escenas o fotografías obscenas, hacerle caricias lascivas, morbosas, aunque no sea en sus genitales.
Obviamente un ASI puede llegar hasta la penetración, y entonces ya estamos hablando de violación.
Este tema resulta muy difícil de tratar por parte de los padres de familia, porque si sospechamos que nuestros hijos han sido abusados enseguida acude a nuestra mente la culpa por no haberlos cuidado bien. Es muy importante que los padres sepan que los abusadores son especialistas en buscar el momento y el lugar perfecto para no ser descubiertos y que un padre o una madre no puede estar las 24 horas del día al lado de su hijo.
La ignorancia, la inocencia y la debilidad natural de un niño o niña ante alguien mayor hacen que esto suceda muy seguido y desafortunadamente se ha comprobado que en más del 80% de los casos el abusador forma parte del círculo familiar. Puede ser un tío, un primo mayor, el padrastro o incluso alguno de los padres.
En gran porcentaje se trata de abusadores varones, aunque también hay mujeres que abusan sexualmente de los menores.
Además: México ocupa el primer lugar en abuso sexual infantil
¿Cómo puedo saber si mi hijo ha sido víctima si no me lo dice?
Generalmente notarás un cambio en su conducta habitual. Si ya controlaba esfínteres ahora moja la cama o se muestra defensivo y enojado sin causa aparente. Puede ser defensivo cuando lo quieras asear o bañar. Otros chiquitos se tornan callados y melancólicos cuando generalmente eran alegres y extrovertidos.
Sus dibujos también pueden reflejarlo, por ejemplo si remarcan los genitales o los dibujan. Otros se estimulan con las manos o frotándose con los muebles.
Es importante señalar que un solo síntoma no es concluyente; es decir, si moja la cama un día no necesariamente nos está reflejando un abuso, puede a ver otras causas. Inclusive el haber bebido más agua que de costumbre.
Los padres y madres conocemos muy bien a nuestros hijos y debemos confiar en nuestra intuición cuando notamos estos cambios o sorprendemos a los niños nerviosos y evasivos.
Por otro lado: Círculo de caricias, opción para evitar el abuso sexual infantil
¿Qué hacer si tu hijo fue víctima de abuso sexual?
Lo primero y más importante es la prevención. Por muy pequeño que sea tu hijo o hija deben saber que su gran poder radica en su voz. No solo para decir “¡NO!” sino también para contarlo a los adultos que los puedan proteger.
Si el abuso sexual ya ocurrió y tu hijo te lo cuenta o por alguna frase lo deduces debes ser muy cuidadoso al preguntarle y no mostrar alarma o enojo porque de tu reacción depende que te siga contando o tema ser regañado o culpado.
Muy probablemente dirá algo y después no va a querer seguir con el tema y debes respetarlo. Espera una nueva oportunidad o acércarle una hoja y colores para que te dibuje lo que sucedió; pero siempre hay que creerles porque los niños no inventan estas cosas.
Cuanto más pronto lo cuenten menor será la secuela. Las personas que guardan este secreto por años se viven como “objetos dañados” y eso marca su vida; sin embargo, si logramos detectarlo antes, podemos resignificar la experiencia; es decir, rescatar la autoestima para sacarlos adelante.
Siempre hay algo qué hacer para recuperarse de un abuso, pero el primer paso es contarlo.
Revisa: Efectos cerebrales del abuso sexual en niños
NOTA: Tenemos un programa de prevención y detección de abuso sexual infantil llamado ESCUDO DE DIGNIDAD©
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