La posición más adecuada para parir en México, y en el resto del mundo, es de forma vertical puesto que la gravedad hace “su trabajo” y el bebé puede salir con mayor facilidad sin tanto dolor. Además, la mujer tiene mayor control de su cuerpo, puesto que puede caminar, sentarse o estar en cuclillas con lo cual es mucho más fácil la apertura del canal vaginal y la pelvis sufre menos.
Sin embargo, desde que el rey francés Luis XIV solicitó que todas las mujeres parieran acostadas —para que él pudiera ver los partos— esta posición se convirtió en la ideal y más cómoda para los médicos, pero más dolorosa para mamá y bebé.
Conoce las diferentes posiciones para parir
De acuerdo con la partera Silvia Chantal Ramos, licenciada en enfermería y obstetricia, no existe una posición ideal, ya que todas las mujeres son únicas y es su cuerpo el que les va dando la pauta a seguir.
“Algunas mujeres se sienten muy bien caminando o dentro de la tina de partos, por eso es importante que ella sea quien tome las riendas de ese momento, junto con el apoyo de su médico, una dolula y su pareja”, precisa la experta.
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- En cuclillas
La mujer puede estar parada y tomar la posición de cuclillas con las piernas abiertas para que la pelvis dé mayor espacio para la salida del bebé. “Los centímetros que se ganan con esta posición son ideales en el momento de apertura y, con ellos, se evita el dolor intenso, el desgarre y el daño al recién nacido”, afirma Ramos.
Además, la mujer necesita el apoyo de la gravedad y al tener los pies bien “plantados” en el suelo, ella tiene mayor equilibrio, fuerza y seguridad. Esta posición se ha utiliza en muchas cultura de forma ancestral.
- En cuatro puntos
Algunas otras mujeres después de estar en cuclillas se colocan en cuatro puntos, o bien van directo a los cuatro puntos (con las rodillas y las palmas tocando el suelo). Esta posición se puede hacer sobre la cama o dentro de una tina de parto; y con ella la mujer puede controlar la salida de su hijo mucho mejor que estando acostada.
“Las superficies duras genera que la expulsión sea más tardada, dolorosa e incluso conllevan a que el bebé simplemente no salga, puesto que no “siente” para dónde tiene que ir, pues la gravedad estando acostada no se percibe”, expone la entrevistada.
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- En la silla de parto
Cada día más centros hospitalarios en el mundo ofrecen la silla de parto, un mueble que permite a la mujer sentarse con las piernas muy abiertas y tocar el suelo o una superficie dura, puede pararse, moverse o sostenerse y adoptar la posición que más le ayude para el momento.
“La silla tiene agarraderas para sostenerse, subir y bajar y cambiar la posición las veces que la mujer quiera. Además, el médico o partera, y doula puede estar presentes así como la pareja para que le den ánimo y cariño a la mujer”, indica Ramos.
- Tina de partos
La tina de partos tiene agua cálida que reduce el dolor por las contracciones, es un analgésico natural, que además permite el libre movimiento de la madre que puede sentarse, acostarse y flotar boca arriba o boca abajo, de lado o colocar un banco; estará en la posición que ella necesite y el tiempo que ella requiera.
“En la tina la mujer también puede estar acompañada y la presencia de alguien más —de su entera confianza— le ayudará a liberar la oxitocina, conocida como la hormona de la felicidad. El acompañamiento es esencial para este momento, puesto que estar sola, en una sala fría y sin que nadie te dirija la palabra suele estresar a al mujer y esa tensión emocional no permitirá un parto adecuado”, lamenta la experta en enfermería y ginecología humanizada.
¿Ya tienes tu plan de parto?
La entrevistada recomienda que preguntes a tu proveedor de servicios de salud lo que te ofrece en el momento del parto. “Si te permite elegir caminar, sentarte o brindarte una tina de agua cálida, incluso si te es posible comer bocadillos de frutas frescas o hidratarte, porque algunos servicios ya lo ofrecen, otros siguen siendo muy tradicionales, e incluso violentos con las mujeres que suelen estar solas, desnudas (solo con una bata) y sin alimento”, puntualiza Ramos.
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Además, antes de seleccionar a tu proveedor de servicios de salud, realiza —junto con tu pareja o un familiar cercano— tu plan de parto, el cual deberá responder a las siguientes preguntas:
- ¿Cómo quiero mi parto?
- ¿Dónde quiero mi parto?
- ¿Quién estará presente en mi parto?
- ¿Qué espero de mi parto?
- ¿Quiero estar acostada o en parto vertical?
- ¿Quiero estar en casa o en un hospital?
- ¿Puedo o no hidratarme durante mi parto?
- ¿Qué pasa si me ofrecen una cesárea?
- ¿Puedo rechazar la cesárea?
- ¿Cuánto dura un parto?
Pregunta todo lo que se te vaya ocurriendo y resuelve tus preguntas de la mano con tu proveedor de salud y tu pareja.
No a la violencia obstétrica
Se olvida que el embarazo, el parto y el postparto son momentos vitales en la vida de las mujeres y, por supuesto, del recién nacido. Por eso, deben tratarla a ella y su hijo con lo mejor que hay y no violentarlos. “Hoy en día ya puede pasar la pareja a la sala de partos en los hospitales públicos y con ello se evita que la mujer este sola, vulnerable y agredida verbal, física o emocionalmente. No las dejen solas”, recomienda Silvia Chantal Ramos.
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