lunes, 4 de noviembre de 2019

Maniobra Kristeller y otras formas de violencia obstétrica

La violencia obstétrica no es un tema nuevo, a lo largo de la historia de la ginecología se han realizado acciones que generan maltrato físico, psicológico y anímico de las mujeres durante la atención de su parto.

Maniobra Kristeller y otras formas de violencia obstétrica

Por ejemplo, la llamada maniobra Kristeller (se utiliza en Europa desde antes del año 1867) se caracteriza porque el ginecólogo presiona el vientre de la mujer —durante la etapa de alumbramiento— para que el bebé nazca rápidamente. Estos empujones ideados por el alemán Samuel Kristeller —quien murió en 1900 pero aún se sigue usando su maniobra en México y en el mundo— pueden conllevar diversas situaciones como:

  • Lesiones en el bebé al enredarse con el cordón umbilical
  • Hematomas en el vientre de la madre
  • Desgarres vaginales por querer sacar al bebé rápidamente
  • Rotura del útero por presión
  • Sufrimiento fetal pues algunos bebés no están en la posición correcta para nacer

Al respecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó —en julio de 2019—, un informe llamado “Enfoque basado en los derechos humanos del maltrato y la violencia contra la mujer en los servicios de salud reproductiva, con especial hincapié en la atención del parto y la violencia obstétrica”, en el que menciona que la esencia pura para la atención del parto es darle tiempo a la mujer y no apresurar el momento del alumbramiento.

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En el documento condena rotundamente todos los tipos de violencia obstétrica como el maltrato físico, la humillación y la agresión verbal, los procedimientos médicos coercitivos o no consentidos (incluida la esterilización), la falta de confidencialidad, la negativa a suministrar medicación contra el dolor, las graves violaciones de la intimidad, el abandono de las mujeres durante el parto que puede llevarles a sufrir complicaciones evitables y que puede amenazar su vida y la de los recién nacidos.

No te hacen un favor, son tus derechos

Tú debes vivir un embarazo y parto libre de violencia, puesto que es tu derecho el acceso a la salud, es tu derecho la protección a tu intimidad en los centros de salud tanto públicos como privados, es tu derecho tener autonomía durante el parto (es decir que te puedes mover, hidratarte y estar acompañada), es tu derecho tener libre elección de tener un parto o una cesárea y es tu derecho no sufrir discriminación por ninguna condición, entre otros muchos derechos humanos que deben ser otorgados por el Estado mexicano.

“Cada día vemos que hay muchas cesáreas, las cuales incluso se incrementan los viernes por la tarde-noche, los fines de semana y al momento del cambio de turno del personal médico, eso también es un tipo de violencia obstétrica puesto que los ginecólogos no quieren esperar a que la mujer tenga un verdadero trabajo de parto”, indica la partera, Silvia Ramos Godínez, licenciada en enfermería y obstetricia.

Dónde presentar tu queja

Si sientes que estás sufriendo o sufriste violencia obstétrica presenta tu queja en:

1. La Comisión Nacional de Derechos Humanos
Teléfono 01800 715 2000 o por vía electrónica a este https://ift.tt/36ujBQm

2. El Órgano Interno de Control en la Secretaría de Salud, atiendan las quejas, denuncias e inconformidades que se presenten en contra de servidores públicos adscritos a la Secretaría de Salud y sus Órganos Desconcentrados.
Teléfono 2000-3000

3. El ministerio público que se localice cerca al hospital o clínica donde te atendieron mal.

4. Comisión Nacional de Arbitraje Médico
Atención a la ciudadanía: 54207000 o 01800 711 0658

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