lunes, 27 de enero de 2020

10 hábitos para cuidar la audición de tus hijos

Cuando hablamos de salud auditiva nos referimos a todo lo que hacemos para preservarlo o para evitar su deterioro. En esta ocasión te platico cómo a través de 10 hábitos puedes cuidar la audición de tus hijos.

Pasos para cuidar la audición de tus hijos

¿Por qué es importante cuidar la salud auditiva de tus hijos y cuáles serían las principales implicaciones de no hacerlo? En cualquier tipo de padecimiento siempre es mejor prevenir. Las enfermedades ligadas al oído interno, por ejemplo, no se pueden revertir. Se puede tratar y disminuir la discapacidad que provocan pero, en sí, no se logra recuperar la salud auditiva.

Las afecciones del oído medio sí son frecuentemente reversibles, pero cuando suceden en un niño pequeño, pueden causar retrasos muy significativos en su lenguaje, educación y desarrollo general. No hay que olvidar que cuando un niño presenta un déficit auditivo, esto impacta directamente en su desarrollo global.

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Entre los padecimientos que más frecuentemente afectan la audición en niños se encuentran las pérdidas de audición congénitas o neonatales, algunas de las cuales son hereditarias y otras no. Después, tenemos las infecciones adquiridas, sobre todo en la infancia temprana, como la otitis media.

Estos son 10 hábitos para mantener la salud auditiva de tus hijos, en orden de importancia:

1. Vacunación

La Organización Mundial de la Salud estima que alrededor del 30% de las pérdidas de audición durante la infancia son causadas por infecciones como rubeola, paperas, sarampión, meningitis para las cuales hay vacunas y otras menos frecuentes como el citomegalovirus, además de las infecciones crónicas.

2. Control prenatal

Complicaciones en el nacimiento como la falta de oxigeno, bajo peso y la prematurez, también causan un número importante de pérdidas auditivas, mismas que se pueden muchas veces prevenir con un control médico adecuado durante el embarazo.

Por otro lado: La ictericia y su relación con el oído del recién nacido

3. Citomegalovirus

Se trata de una infección muy particular que provoca pérdida de audición al nacimiento; puede generar también problemas neurológicos y no existe vacuna para este virus. Se sabe que este virus permanece en superficies comunes y corrientes por varias horas, por lo que es muy importante que las mujeres que están embarazadas se laven las manos con frecuencia, sobre todo al regresar de la calle o después de manejar objetos que hayan estado en contacto con niños pequeños, lo cual reducirá el riesgo de contagio. Igualmente, haz que tus hijos se laven las manos frecuentemente.

4. No fumar

Una de las causas frecuentes de pérdida auditiva en niños es el humo de “segunda mano”, que causa problemas a nivel de oído medio al favorecer infecciones, y de oído interno a largo plazo, incidiendo en una pérdida de audición en adolescentes cuando los papás fuman en casa. No se debe fumar dentro de casa, y menos cuando hay niños pequeños que viven en ella, es básico para cuidar la audición de tus hijos.

5. Evitar la automedicación

En un estudio de mas de 2,000 pacientes atendidos en nuestra Institución, encontramos que en casi el 8% de las pérdidas auditivas profundas está involucrado el uso de medicamentos que como efecto secundario dañan la audición, bien sea porque los toma la mamá durante el embarazo o se le administra al niño recién nacido. Son medicamentos que solo se deben usar cuando peligra la vida y bajo vigilancia de un médico.

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6. Evitar el uso de cotonetes

El oído se limpia solo. En los bebés está bien que, al bañarlos, les entre un poco de agua en el oído y se escurra pero nunca hay que meterles nada en el oído para limpiarlo. 
Es muy importante esto para cuidar la audición de tus hijos.

7. Prevenir la Otitis media

Cuando una infección de nariz o garganta dura mas de una semana hay que verificar que no cause una otitis media “silente”, cuyo único síntoma es una baja de audición que puede ser difícil de detectar en un niño pequeño. Esto puede durar varios meses y causar un retraso importante en la adquisición del lenguaje; son niños que tardan en hablar pero parecen si escuchar lo que se les dice.

El pediatra generalmente lo podrá detectar, pero si hay cualquier duda debe ser revisado por un especialista. 
Cabe mencionar que los bebés que tienen reflujo son más proclives a tener otitis media, por lo que hay que estar pendiente también de su audición.

8. Juguetes sonoros (sobre todo para bebés)

Si le compras a tu bebé un juguete que hace ruido, póntelo primero tú en el oído; si la intensidad del sonido te molesta a ti, no se lo compres. Es uno de los cuidados básicos de la audición de tus hijos.

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9. Reducir la exposición al ruido

Hay que cuidar que los niños no estén en actividades donde la intensidad del ruido sea excesiva. Esto incluye estar cerca de una podadora de motor, fuegos artificiales y conciertos o eventos deportivos. A los niños hay que protegerlos más de lo que tú te proteges.

10. El uso de audífonos

Procurar que los niños usen audífonos la menor cantidad de horas posibles y a un volumen moderado. Si los tienen puestos, deben poder alcanzar a escuchar tu voz a un metro de distancia; aunque no te entiendan, al menos tienen que poder detectar que les hablaste; si no es así, el volumen está demasiado alto.

En conclusión, hay que recordar que la detección temprana es importantísima. No hay que retrasar la realización de un estudio audiométrico cuando creemos que el niño no está reaccionando a los sonidos normales o está tardando en hablar. Con una detección temprana cambia mucho el pronóstico. El tamiz auditivo neonatal en los bebés también es muy importante. Si no se lo hicieron al nacer, se lo pueden hacer en cualquier momento.

Ficha Gonzalo Corvera

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