miércoles, 25 de septiembre de 2019

Porqué no debes quitarle a tu hijo su objeto de apego

Es común que los niños empiecen a traer para todos lados un objeto que para ellos se ha vuelto especial. Para los padres o cuidadores puede llegar a desquiciarnos esto, pero te explicamos por qué debes tener calma y entender  por qué no debes quitarle su objeto de apego.

¿Cuál es el objeto de apego de tu crío?

Para empezar debes entender que para ellos este artículo se ha vuelto una muletilla para sentirse seguros en momentos que ellos pueden considerar de soledad. Estos pueden ser desde una cobijita, el muñeco favorito o la cosa más curiosa que te puedas imaginar y no tienen nada de malo.

La psicopedagoga María José Lladó explica que estos objetos de apego también llamados de transición que “funcionan como un acto de amor hacia el objeto. Ya lo dice la propia palabra, para darle un abrazo, porque el niño cuando crece necesita mucho ser abrazado y abrazar. Por ello, estas mantitas o peluches actúan como sustitutos de los abrazos que precisa el niño”.

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Ante esto la experta recalcó que “el niño, durante la etapa de crecimiento, necesita abrazos. Las razones son que ese contacto físico amoroso estimula el nervio vago y provoca que descienda la tensión acumulada durante el día. El abrazo libera dopamina y oxitocina, que son las hormonas del placer, además reduce el nivel de cortisol, asociada al estrés. Los adultos también necesitamos abrazos para estar sanos. Pero hay una serie de carencias que normalizamos y generan en los adultos adicciones, como el tabaquismo”.

Por otro lado: Las consecuencias del apego negativo

Entonces cabe mencionar que un niño que ha crecido en un ambiente donde se siente seguro y amado, no necesitará este tipo de objetos de apego porque es algo que trae desde siempre. Sin embargo, si ha desarrollado un aprecio por este tipo de cosas, los adultos deberemos entender que será insustituible.

¿Cuándo puede pasar?

Generalmente los críos de 4 a 6 meses de edad hasta los 12 años, pueden encontrar un objeto al cual aferrarse; y aunque es probable que el interés vaya desapareciendo con el paso del tiempo, la psicóloga Carla Valverde explica que el artículo de transición será el nexo entre el niño y los padres, por lo que no debemos impedir su uso.

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Además recomendó que mientras se vaya dando el desapego, los tutores podrían enseñar a los niños otras herramientas para autoregularse cuando se sientan solos o cuando papá y mamá deban alejarse de ellos.

Artículo original: elpais.com

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