martes, 14 de noviembre de 2017

SOS: ¡Tengo miedo al parto!

Aunque parezca imposible, resístete a escuchar opiniones ajenas sobre lo doloroso que es tener un bebé, pues si bien las contracciones y la expulsión son procesos intensos y fatigantes, también son pasajeros.

Ambos pueden describirse como una sensación similar a los cólicos menstruales aunque en un grado más agudo. La buena noticia es que muchas mujeres ni recuerdan las molestias aunque en su momento las hayan referido como demasiado intensas. ¿Qué vas a sentir tú? Es imposible saberlo con exactitud pero puedes estar 100% segura de que tienes un cuerpo diseñado para parir y que lo harás correctamente.

 

Detecta la razón

 

La maternidad amplía tu sensibilidad y noción de los peligros del mundo y por supuesto es algo que te altera. Es comprensible que de pronto sientas pánico; identifica tus temores reales y trabajar en ellos.

 

Para lograrlo:

 

  • Infórmate. Entender qué ocurre dentro de ti y cómo es el desarrollo de tu hijo por etapas te ayudará a tener una mejor perspectiva de la situación
  • Investiga cómo son los nacimientos normales. Ve videos y escucha sólo experiencias positivas para que además de instruirte, te visualices sin complicaciones. Al final, repite en voz alta algún mantra tipo “Estás creciendo completo y saludable. Todo estará bien” o “Mi cuerpo sabe cómo tener un bebé. El parto será perfecto”
  • Inscríbete a un curso psicoprofiláctico. Te capacitará a nivel físico y emocional pues además de fortalecer tu cuerpo, desmentirá los mitos en los que tal vez estén fundados tus miedos. Invita a tu pareja, su relación se hará más fuerte
  • Prepárate pero sin estrés. Acude a los chequeos, sigue las instrucciones de tu doctor, ve al corriente con los trámites y ¡tranquilízate! Haces todo lo que está en tus manos
  • Controla tu mente y deshazte de los pensamientos innecesarios. Toma clases de meditación o yoga para embarazadas; aprenderás técnicas de relajación y respiración
  • Considera otras opciones como lo hizo la actriz Cecilia Suárez, quien parió en agua sin ninguna intervención médica. Suena extremo pero la conexión química que se logra entre la mamá y el bebé facilita el proceso. Escucha su experiencia en bbmundo.com

Recuerda que el dolor no durará para siempre. Además, la recuperación suele ser veloz y los beneficios para ambos son mayores. También puedes recurrir a la cesárea pero ten presente que es una cirugía mayor y las molestias postoperatorias son incómodas.

En cualquier caso, deja a un lado las inseguridades y concéntrate en disfrutar estos meses. ¡Lo mejor está por llegar!

Redacción bbmundo

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