Sin duda, los pañales son uno de los gastos más fuertes que los futuros papás deben de contemplar durante, al menos, los dos primeros años de vida de su bebé. Y no solo eso, además de representar un gasto, este producto contribuye enormemente a la contaminación ambiental pues se calcula que cada uno de ellos puede llegar a tardar hasta cientos de años para degradarse.
Por estas razones, algunos padres han buscado opciones para evitar recurrir a los pañales durante el desarrollo de su bebé; una de estas opciones es el método llamado Elimination Communication (EC).
¿Cómo funciona el Elimination Communication (EC)?
EC es un término que hace referencia a la comunicación que se debe establecer con el bebé sobre sus necesidades de eliminación de pipí y popó. De acuerdo a esta estrategia, mediante la observación detallada, los papás o cuidadores empiezan a comprender el ritmo natural de evacuación de un niño, así como las pistas que da mediante sonidos o movimiento corporal cuando tiene ganas de hacer del baño, en lugar de dejarlo hacer sus necesidades en el pañal, lo llevan al baño dede los primeros días de vida.
Además de los beneficios ambientales, el enfoque poco común también puede reducir los problemas de salud en los bebés como la dermatitis del pañal, infecciones del tracto urinario e incluso infecciones peligrosas por el hongo Staphylococcus aureus.
La práctica se basa en medir el ritmo y las señales naturales del bebé, como los gestos faciales, para reconocer cuándo necesitan orinar o defecar y sostenerlos sobre el inodoro en esos momentos.
Pero la verdad es que a primera vista, el método EC parece una estrategia muy engorrosa pero sus defensores aseguran que las evacuaciones no son tan aleatorias como se cree.
Ante este dilema, Jeffrey Bender y Rosemary She, dos médicos de Los Ángeles recurrieron al método libre de pañales con su tercer hijo.
"Es gracioso que lo consideremos un método moderno, cuando probablemente sea una práctica muy antigua, pues la gente lo hacía antes de que hubiera pañales y todavía lo hacen las partes del mundo donde no tienen el lujo de usar pañales desechables", dijo la doctora She, patóloga y microbióloga médica en la Escuela de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California.
"Quería compartir nuestra historia con la esperanza de que otras personas también estuvieran interesadas en ella, y tal vez provocar algunas investigaciones", explica Bender, especialista en enfermedades infecciosas pediátricas en el Children's Hospital de Los Ángeles.
"Alrededor de los 6 meses más o menos, pudimos salir con ella y llevar una posible muda de ropa, pero rara vez tuvimos que usarla. No puedo creer que hayamos usado pañales”, agregó Bender.
Pero Bender y ella reconocen que llevar a cabo este método con un niño que va a la guardería o con padres que tienen jornadas de trabajo largas podría ser problemático.
¿Te atreverías a probarlo?
*El estudio fue publicado en línea el 21 de junio de 2017 en la revista Pediatrics .
Redacción bbmundo
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