El «efecto diciembre»: ¿Despierta nostalgia o ansiedad?

Hay personas a las que diciembre les emociona y les encanta. Pero también hay quienes llegan a este mes sintiéndose raras: más sensibles, nostálgicas, agotadas… y hasta ansiosas.

Si te pasa, tranquila. No significa que “estás mal”, tiene una explicación y es que el mes de diciembre mueve emociones porque está lleno de cierres, recuerdos y expectativas y como es una fecha muy simbólica, es normal que nuestra mente y corazón se activen más de lo usual.

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Diciembre nos recuerda el paso del tiempo

Aunque no queramos, este mes nos hace pensar en lo que pasó, lo que no hicimos o lo que esperábamos lograr. Entre cenas, reuniones y balances personales, aparece esa vocecita que dice:

• “¿Ya cumplí lo que quería?”
• “El año se me fue volando.”
• “Pensé que estaría en otro lugar.”

Ese recordatorio del tiempo puede despertar nostalgia o presión, especialmente en nosotros como mamá y papá que sentimos que los años se van muy rápido viendo crecer a nuestros críos.

Se junta el cansancio y las tareas pendientes

Diciembre llega cuando ya traemos encima todo el desgaste del año: trabajo, escuela, rutinas, crianza, pendientes… y justo cuando queremos descansar, aparece la lista navideña:

• Regalos
• Cenas
• Intercambios
• Festivales
• Compromisos
• Vacaciones de los críos

La convivencia familiar despierta emociones encontradas

Las fiestas juntan a familias que no siempre conviven durante el año y aunque puede ser un momento lindo, también puede traer:

• Diferencias de opinión
• Expectativas distintas
• Recuerdos del pasado
• Tensión que no se dijo
• Presión por “llevarse bien”

Esa mezcla puede aumentar la ansiedad en algunas personas.

Los recuerdos se hacen más presentes

La Navidad es una época muy simbólica. Es normal que los recuerdos regresen con más fuerza.

• Momentos de la infancias
• Personas que ya no están
• Navidades bonitas que se vivieron
• Cambios que vivimos este año

La presión por estar feliz genera más ansiedad

Diciembre está lleno de mensajes de:

• “Sé feliz”
• “Disfruta al máximo”
• “Vive la magia”
• “Todo debe ser perfecto”

Y la realidad es que nadie está feliz todo el tiempo. Cuando no lo sientes así, puedes pensar que “algo te pasa”… cuando en realidad el problema es la expectativa que ponen en ser feliz, no tus emociones.

El clima, la oscuridad y el frío también influyen 

Los días son más cortos y hay menos luz solar. Esto puede alterar el ánimo, hacerte sentir más cansada o más emocional de lo normal.

No es raro, simplemente el cuerpo responde al ambiente.

Maneras de vivir el «efecto diciembre» con más calma

Aquí van algunas ideas prácticas para que esta temporada sea más ligera:

• No te obligues a sentir el espíritu navideño. Si este año te sientes raro, cansado o sensible está bien. No tienes que forzar nada.
• Elimina lo que puedas en tu lista. No tienes que decir sí a todas las posadas ni comprar regalos para medio mundo. Elige lo que te hace bien.
• Toma pausas pequeñas. Un té, un baño largo, caminar un ratito, respirar ayuda a calmar la mente. Diciembre es bonito, pero también esta lleno de emociones.
• Sé amable contigo. No ere la misma persona que eras en enero y eso está bien. Has crecido, has cambiado, has hecho lo mejor que puedes y eso es un gran logró que debes de festejarte.
• Date permiso de sentir nostalgia. No es malo, a veces el corazón recuerda lo que fue importante para ti y esos momentos son lo que te hacen ser tú.
• Abraza lo que sí tienes hoy. A veces, lo más sencillo es una cena tranquila un abrazo, un momento con tus hijos y eso es suficiente para tener un día más alegre.

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Claudia Galván