La tosferina (también conocida como pertusis o la tos de los cien días) era considerada una enfermedad de la infancia, puesto que —antes de la existencia de la vacuna— llevaba al hospital a los niños por los cuadros de tos tan graves que no les permitían respirar. Eran tan intensa la tos que rompía las costillas con microfracturas, al tiempo que generaba daño cerebral por falta de oxígeno.
¿Ya te vacunaste contra la tosferina?
La vacuna llegó (en 1942) pero la gente no se la pone en tiempo y forma y nuevamente México comienza a tener cuadros de tosferina que hospitaliza a los menores de cinco años y llevan a la muerte a aquellos que tienen menos de tres meses.
“En el Hospital General de México llegan cada día más casos de menores de edad con cuadros de tosferina, y cuando checamos la vacunas, observamos cuadros de inmunización incompletos o simplemente no tienen la vacuna contra la enfermedad”, lamenta la infectóloga pediatra, Carmen Espinosa Sotero.
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¿Tos y vómito? mala combinación
Espinosa Sotero explica que la tosferina genera tos, pero no cualquiera. Es una tos seca y que va a acompañada con vómito, por eso puede confundirse con intoxicaciones alimentarias (puesto que se cree que el alimento que produce la intoxicación quiere salir del cuerpo y genera la tos junto con el vómito).
La realidad es que la pertusis es una infección de las vías respiratorias sumamente contagiosa, que genera la tos y sonidos agudos al inhalar que parecen “chillidos” y es común el vómito e incluso la fiebre y la coloración azulada, principalmente, del rostro. Puesto que el paciente no puede respirar.
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“Cuando el paciente comienza a toser y vomitar es muy grave porque el alimento puede irse a los pulmones, por ello, los padres cuando ven este cuadro en su hijo lo llevan de inmediato al hospital, donde deberá ser atendido para eliminar la bacteria que causa la enfermedad, al tiempo de darle oxígeno y otros tratamientos para estabilizar su respiración”, precisa la entrevistada.
Los adolescentes contagian a sus hermanos menores
La tosferina en los adolescentes y adultos jóvenes genera los mismos síntomas que en el bebé, pero a diferencia de ellos, no llegan al hospital por el colapso de sus pulmones, pero lo que sí ocurre es que “contagian a sus hermanos menores que si no tienen la vacuna, los llevará al hospital.
“Lo ideal es que toda la familia esté vacunada contra la tosferina, en la cartilla de vacunación se observa que se debe aplicar la inmunización pentavalente acelular —que contiene la tosferina— en cuatros ocasiones a los dos, cuatro, seis y 18 meses. Después la DPT (difteria, tosferina y tétanos) a los 4 años, pero lamentablemente los padres o tutores no completan el esquema y los pequeños están expuestos”, afirma Espinosa Sotero.
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La vacuna contra la tosferina genera una protección de diez años en promedio y por tanto se recomienda vacunar a los adolescentes y adultos jóvenes para que no contagien a sus hermanos menores. “En el servicio privado existe la vacuna contra la tosferina y se puede aplicar a fin de proteger a toda la familia, especialmente cuando va a llegar un hermanito menor.
Para la mujer embarazada también
La mujer que está en plena gestación deberá aplicarse la vacuna contra la tosferiana a la semana 20 del embarazo, para protegerse ella y su pequeño. “En temporada invernal no deberá tomarse a la ligera la tos, porque puede ser tosferina y conllevar importantes daños en la salud respiratoria como: neumonía, respiración lenta e interrumpida, deshidratación o adelgazamiento debido a las dificultades para la alimentación, convulsiones y daño cerebral.
La tos también puede generar costillas figuradas o microfracturas, así como hernias abdominales y vasos sanguíneos rotos en ojos y en la piel.
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Guadalupe Camacho
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