martes, 23 de enero de 2018

El destete: libre de culpas

El amamantamiento es quizá, el vínculo más íntimo entre tu hijo y tú pues comparten la sensación de apego, se brindan bienestar y se demuestran amor e interés mutuo. Pero aunque sea maravilloso, es sólo otro paso en su desarrollo y si estás a favor de que adquiera nuevas habilidades, debes apostar por una etapa crucial: el destete.

 

Libre de culpas

 

En términos generales, es el proceso a través del cual tu bebé deja de alimentarse únicamente de leche materna y da paso a los alimentos sólidos o a otro tipo de leche. Se inicia cuando se agrega otro tipo de comida y termina cuando ya no toma de ti, sin embargo la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses y después ir añadiendo complementos porque:

  • Durante el segundo semestre de vida, la leche materna provee la mitad o más de los nutrientes que los niños requieren
  • Representa un vínculo afectivo que es importante para su desarrollo intelectual, emocional y social
  • Reduce el riesgo de cáncer de ovario y de seno, especialmente si el periodo de lactancia es de uno y medio a dos años

Ahora bien, cuando llegue el momento o si ya estás viviéndolo, es posible que experimentes tristeza, culpabilidad, soledad e incluso depresión ya que de acuerdo a las investigaciones sobre el tema, la separación del pecho tiene una carga psicológica de desprendimiento en el que ambos toman conciencia de que son dos personas independientes y por obvio que parezca, debe asimilarse paulatinamente para que ninguno sufra.

 

Tipos

 

 Abrupto

Sólo es aconsejable para casos como inicio de quimioterapias u otra condición especial, ya que tu hijo podría sentirlo como abandono y no hay razones para someterlo a ese estrés

 

Natural

 Él determina cuándo finaliza y se muestra más interesado en otras actividades; además se distrae mientras come, no succiona correctamente el pezón o simplemente rechaza el pecho

 

Paulatino

Tú lo decides y ocurre lentamente. La leche materna es sustituida poco a poco por otros alimentos, con la conciencia de que su crecimiento debe hacerte sentir orgullosa, no culpable

 

Cuándo hacerlo

 

Algunos pediatras sugieren que se inicie a partir de los seis meses pero no es una regla, la verdad es que el amamantamiento aun cuando se acompañe de nuevos alimentos, sigue enriqueciendo su relación y aunque parezca increíble, fomenta su sentido de independencia.

La Leche League International (LLLI), organización no gubernamental y miembro de la UNICEF, promueve la postura de que los bebés “pongan la pauta para el destete, ya que tienen el conocimiento intuitivo de que esta experiencia es para crecer y cambiar, y no para terminar en destrucción. Su evolución involucra un proceso de mutuo crecimiento, de pertenencia, de creación y de concesiones”, así que mientras estés cómoda, no hay problema.

 

Razones erróneas para destetarlo

 

Según documentos de la Liga de la Leche, el fin de la lactancia tiene más razones sociales que biológicas, pues nuestra sociedad no está educada para aceptar que se prolongue y ahí radica que en vez de ser un cambio natural, se convierta en un martirio. Antes de pensar en hacerlo analiza por qué lo deseas:

  1. Presión social. Si atiendes los deseos de los demás antes que los tuyos puedes terminar frustrada, evítalo
  2. Regreso al trabajo. El manejo de la leche materna puede hacerse aun si vuelves a trabajar
  3. Toma de medicamentos. Algunos interfieren con la lactancia, consúltalo con tu médico
  4. Nuevo embarazo. Es posible continuar amamantando siempre y cuando la gestación se desarrolle sin problemas

 

Tips para lograrlo

 

  • Inícialo en una etapa tranquila, libre de enfermedades y factores estresantes como cambios de casa o un nuevo embarazo
  • No ofrezcas pero tampoco niegues, amamántalo cuando lo necesite
  • Excluye las rutinas que lo inciten a lactar. Por ejemplo, quita el sillón donde lo hacías y súplelo por otro objeto
  • Suprime una toma cada semana y empieza por las del día, permitirás que tu cuerpo se adecue a la cantidad de leche que genera y evitarás congestiones
  • Cuenta los minutos que come y redúcelos poco a poco
  • Marca límites y explícale que ya no se amamanta fuera de casa, créenos, él entenderá
  • Dependiendo de su edad, ofrécele un vaso entrenador

 

 En la noche

 

  • Anticipa la hora de la toma y súplela con algún alimento, paseo o juego; algunas veces los niños quieren leche sólo por aburrimiento
  • Consultar con su pediatra cuál es la fórmula más adecuada para él
  • Construye un nuevo itinerario cuando anochezca

 

 Conclusión

 

Acabar con este ciclo no es sinónimo de dolor ni culpa. Es un paso necesario para que tu hijo descubra cuánto ha aprendido y para que tú encuentres formas novedosas de enriquecer su relación. Hazle caso a tu intuición, ¡no falla!

Escrito por Norma Luz Bravo @LaNormaLuz

Redacción bbmundo

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