miércoles, 13 de diciembre de 2017

Cómo ser mejor papá y mamá en 2018

Un año más terminará y nunca es demasiado tarde para hacer esos cambios que, como mamá y papá, es importante poner en marcha. 

Por eso, te compartimos una lista de 12 cosas que te ayudarán a ser mejor mamá y papá este año que empieza. 

1.- Deja de distraerte tanto con tus dispositivos digitales. Atiende a tus hijos, el “aquí y el ahora” son el antídoto a tus reacciones. Toma en serio y ponle límites a  tu adicción a Internet.

2.-No des nada por hecho. Vive y disfruta el amor de tu pareja, de tus hijos, de tus padres y de quienes te interesa conservar en tu vida. No des las cosas por hecho (amor, sexo, salud, dinero, y demás).

3.-Tus hijos no valen o dejan de valer por sus calificaciones escolares. Reduce tu ansiedad respecto a las boletas y observa sus habilidades sociales con la misma importancia que le das a su desempeño académico.

4.-Reduce tu verborrea y establece reglas claras en casa para fomentar valores. En lugar de “cantinflear” o ponerte solemne define los valores importantes en casa con reglas claras que los fomenten a través de la práctica cotidiana para convivir mejor. Incluye normas de colaboración colectiva en el hogar. 

5.-De regreso a lo básico: Decencia, trabajo ético, amor. ¿Conoces el guión educativo requerido para cuando tus hijos se independicen de ti? No busques nuevas tendencias globales, trabaja localmente en lo básico de la estructura de personalidad de tus hijos y de ti misma(o). 

6.-¡Éste es el año de la Empatía! No es solo “ponerse en los zapatos del otro”, ese es un enfoque limitado y superficial. Significa estimular la atención en quienes te rodean. Extroversión, no introversión. Percibir y responder al otro. Que te importe lo que sucede a tu alrededor a pesar de que no sientas igual que el otro para poder responder.

7.-Reduce el “Síndrome Selfie” que solo fomenta el Narcisismo, aniquilando la Empatía. No adules a tus hijos. Reconocerlos es diferente. Si los alabas no fomentas su auto-estima, sino su soberbia.

8.-Valida cada ocasión que tus hijos muestren conductas empáticas. Ya sean por identificar lo que otros sienten y por responder apropiadamente a dichas emociones.

 9.-Dale a tus hijos adolescentes terapia de shock a través del servicio social. Sácalos de su microcosmos consumista y llévalos “voluntariamente a fuerza” a servir a personas o seres más vulnerables. Que ellos elijan el tema o a quienes desean servir, pero no es opcional. Háganlo en familia para que funcione mejor.

10.-Campaña de buenos modales y cero groserías en casa. Rescatemos a Barnie: “por favor y gracias”. Pide las cosas, no las exijas. Nada de “sí güey, no güey”. Auto-control verbal para evitar la coprolalia (tendencia patológica a proferir obscenidades o palabras y frases culturalmente consideradas groseras).

11.-Mejora tu sentido del humor al educar. No te tomes tan, tan en serio. No posees la verdad revelada y no permitas que se amargue tu carácter. Cero burlas, más sentido del humor. Dimensiona los problemas y atiende en serio lo trascendente. No todo es trascendente. No caigas en el trastorno del catastrofismo o tremendismo.

12.-Comprende y aplica los tres enfoques de la disciplina inteligente: Preventivo (antes de que haya conductas inaceptables) – Reductivo (intervención oportuna apenas ocurran actos inaceptables) – Restaurativo (reparación y resarcimiento de cualquier daño real producido)

 

 

 

Vidal Schmill

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