Uno de los peores miedos de una madre o de un padre es faltarle a los hijos, y aunque sabemos que la naturaleza indica por ley universal que, el ciclo de vida se cumpla, no queremos pensarlo, ni hablarlo porque nos da terror que suceda. Pero qué pasa cuando tu hijo llega y te dice “mamá ¿verdad que no te vas a morir?”.
«Mamá ¿verdad que no te vas a morir?» ¿Estás preparada para contestar?
Hablar de la muerte nunca ha sido un tema fácil. El fin de la vida es algo que nos impone y más cuando nuestros hijos son pequeños o nos necesitan mucho. Criamos a los hijos con amor, hacemos lo mejor que podemos con lo que tenemos y a veces vamos más lejos, no queremos dejarlos nunca y cuando hacemos conciencia y sabemos que es inevitable y natural, queremos que su estancia a nuestro lado sea larga y duradera.
La cosa es que además de amar, educar y formar hijos para la vida, tenemos que hacerlo para la vida sin nosotros. Es duro y no me gusta hablar del tema, pero es importante, porque no somos eternos, porque no somos infalibles y porque la vida cambia en segundos y nadie está exento. Tenemos que estar preparados cuando vengan y nos pregunten “mamá ¿verdad que no te vas a morir?”.
Además: 5 Libros para tratar la muerte con los niños
No estoy diciendo que criemos ondeando la bandera de la muerte, estoy sugiriendo que “alguna vez” debemos de tocar el tema con nuestros hijos, depende de la edad, situación y estilo de vida de cada familia para elegir el momento, pero debemos hablar de la muerte no como algo terrible, sino como algo posible; no como una premonición, sino como algo real.
A cierta edad, o en ciertas circunstancias los niños se empiezan a cuestionar sobre la muerte; sea porque la descubren en las noticias o porque la oyen de los adultos o la experimentan en seres que aman: abuelos, mascotas y hay que hablar con la verdad. Si la vida es un misterio, ¿se imaginan la muerte?
Puede ser que un día, de la nada, nuestros hijos pregunten: “mamá ¿verdad que no te vas a morir?”, y no hay una respuesta mágica pero lo que ¡no! debemos de hacer es mentir. Ante la muerte lo primero que experimentamos es miedo, incomodidad y queremos arreglarlo de inmediato, por ello no hablamos de ese tema de manera común.
Por otro lado: Cómo explicarle la muerte a un niño
Yo solo creo que alguna vez hay que traerlo a cuenta, y hacerle ver a nuestros hijos cuál sería el escenario si eso pasara (depende de la edad y de la circunstancia de cada uno); pero sí debería de ser un tema sobre el cual hablar. A veces nos va a ganar la ocasión, porque alguien morirá sin haberlo hablado y tendremos que explicarlo, pero hablar del tema es resolver una de las partes más angustiantes de saber que vamos a morir. Es no dejar nada pendientes al menos de decir.
Aunque me hubiera gustado poder afirmar “No, mi amor, no me voy a morir”, pero no es real, así que algunas de mis respuestas/explicaciones han sido estas:
- No me voy a morir pronto, ni ahora. Estoy contigo y estoy bien, me cuido, no te preocupes por eso. Te amo, si eso pasara tienes a papá que no los va a dejar con nadie y los adora.
- Si yo me muero, que claro que no quiero, amor uno no elige cómo o cuándo morir. Está papá, está tía Ale y los abuelos, tienes muchas personas que te aman, no vas a estar solo y tienes a tus hermanos.
- Las mamás y los papás tenemos una conexión para siempre con los hijos, puedes no verme, ni oírme o sentirme, pero yo voy a estar contigo porque soy parte de tu ser, y el amor no se muere con las personas.
- No me gustaría morirme porque además de no estar juntos como ahora, sé que vas a llorar, por eso ahora que estamos juntos tenemos que aprovechar siempre el tiempo juntos, construir memorias muy bonitas y ser muy felices juntos.
- Cuando el abu murió, yo lloré mucho, lo extrañaba todo el tiempo, todavía lo extraño, pero… sé que su corazón, su amor y sus enseñanzas siempre están conmigo y están en la forma de ser que tengo y eso me hace sentir bien.
- Tomemos muchas fotos de momentos lindos, unas en la memoria y otras en el corazón, para que cuando no estemos juntos nos podamos recordar. Prepárate para cuando te pregunte «Mamá ¿verdad que no te vas a morir?».
- Tú eres especial, tan especial que nos elegimos como mamá e hijo, siempre vamos a estar unidos.
- ¿Sabes que hay personas en todo el mundo, en todos los tiempos que han tenido que separarse y dejarse de ver, pero nunca se han dejado de amar?
- Tú sabes que el amor no lo puede todo, y no va a poder traerme de regreso, pero si te va a traer mis canciones, mis chistes, las noches juntos, los cuentos, por eso me encanta pasar tiempo contigo, para que tengas mucho de mí.
- Yo tengo un cuaderno para cada uno de mis hijos, son 4. En cada cuaderno anoto cosas simples, rápidas: sus logros, anécdotas, ideas que me gustaría decirles pero aún no tienen la edad, cosas importantes de su persona. Un cuaderno no va a sustituir a mamá o a papá, pero me van a poder leer como si hablara con ellos. También anoto mis conceptos de cómo veo la vida o qué pienso acerca de ciertas cosas, por si alguna vez se lo preguntan y no estoy.
Revisa: 4 casos de muerte que nos enseñan que el bullying no es un mito
Con estas respuestas hemos cerrado un poco la incertidumbre emocional y por nada significa que estemos esperando o preparados para ese momento, pero sumado a imaginar lo que es una pérdida así para un niño o niña, lo que quiero es aminorar el dolor, criar corazones resilientes, criar niños que se sientan acompañados por el amor de mamá con o sin ella en este plano.
Ahora si vienen y me preguntan “mamá ¿verdad que no te vas a morir?”. Siento al menos que algo insignificante está en mis manos, y que dejo algo en las suyas, me hace sentir menos ansiosa y sobre todo, no mentir sobre ello. ¿Tienes alguna idea de cómo abordar el tema?, nos va a encantar leerte…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario