“En mayo todas las mamás son sagradas”. Ajá… pero recuerda que hasta a los mejores ángeles se les puede caer la aureola. ¡Cuidado!
Ángela pensó que nunca le pasaría, pues llevaba dos años de matrimonio y uno como mamá cuando apareció Gerardo, el primo de su esposo. En las reuniones la ayudaba a servir la cena, la hacía reír y no desaprovechaba la oportunidad para decirle cuánto la admiraba por la forma de educar a su hija, qué lindo ¿no? Luego los mensajes de “buenos días” se hicieron diarios y las miradas más constantes; no había cómo negarlo: se gustaban y querían “escalar” las cosas. En estos días, ella espera noticias suyas, sonríe cuando lo ve y cuida los detalles de su ropa y maquillaje. Tenía años sin sentirse así. Las aventuras son comunes en las relaciones de pareja y aunque en un inicio tienen una fuerte carga sexual, suelen llevar implícitos otros faltantes que se incrementan con la incapacidad para reconocerlos.
Quizá dices…
• “Nadie me entiende como él”
• “Es mi alma gemela”
• “Jamás me había sentido así”
• “Mi intención no es lastimar a mi familia pero esta atracción es muy intensa”
Todo por servir se acaba
Cuando un affair está inconcluso (no besos, no sexo) la expectativa aumenta, pues dedicas tus ratos libres a idear qué le inventarás a tu pareja y quién puede cuidar a tu hijo en tu ausencia. Esa emoción no durará tanto, ya que en el éxtasis de conocer a una nueva persona, estás idealizándolo y no estás viendo que al igual que el resto de los humanos está lleno de defectos, detalle que si pasas por alto te costará caro.
Incluso si dices que sólo será por un rato requieres verlo desde una distancia considerable y analizar toda la película. Con exactitud ¿qué estás buscando o qué esperas encontrar cuando lo consumes?
¿Cómo pasó?
A pesar de esta deliciosa efervescencia también te preguntas qué cosas o situaciones te orillaron a poner tu atención en un hombre diferente y es ahí donde tienes la mejor oportunidad de tomar la decisión correcta. Por lo general existen tres razones que nos hacen descarrilarnos:
- Infidelidad previa. El papá de tu bebé se involucró con alguien más, lo supiste y desde ese entonces experimentas resentimiento y ganas de vengarte
- Distanciamiento mutuo. En el embarazo todo fue miel sobre hojuelas pero tras el nacimiento parecen más compañeros de cuarto que matrimonio
- Autoestima baja. Sí, lo oímos hasta el cansancio, sin embargo cuando necesitamos que otros nos vean para existir haremos todo por conseguir afecto, contención y apoyo
Lo quiero hacer
Si pese a todo deseas acostarte con él o dejar tu matrimonio por intentar una nueva vida considera que toda acción tiene consecuencias que involucra a tu compañero actual, la de él, la familia de ambos, los amigos y hasta el ambiente familiar, si sientes que es demasiado para ti bien valdría la pena meditarlo de nuevo.
Ahora te sientes viva como nunca pero cierra los ojos y visualízate en 10 años a partir de hoy que coqueteas con la idea de abandonar o jugar con la unión que tienes, ¿te gusta cómo te ves?, ¿tu hijo sale intacto del juego?, ¿sigue siendo tan maravillosa la atracción? Si no, aléjate, busca ayuda terapéutica y sana las heridas.
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