Cómo saber si mi hijo tiene gripe o resfriado

Cuando es temporada de frío y tu hijo comienza a tener tos y mocos que le gotean constantemente de la nariz, surge la duda: ¿tendrá gripa o resfriado?  Según el Centers for Disease Control and Prevention la diferencia entre un resfriado y la gripe radica en la gravedad y duración de los síntomas.

Los síntomas del resfriado son generalmente más leves, con dolor de garganta, secreción nasal, congestión y tos que duran aproximadamente una semana.

Los síntomas de la gripe son más intensos y repentinos, incluyendo dolor de garganta, fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, congestión y tos.

¿Cuándo se trata de gripe?

La gripe tiende a aparecer rápidamente, con una fiebre, fatiga y dolores musculares. Es importante mencionar que los síntomas de COVID-19 o hasta Influenza pueden superponerse a los de un resfriado o gripe, y algunas variantes producen fiebre alta y tos seca persistente. Si tiene síntomas graves, es importante consultar a un médico.
Esta es una enfermedad causada por un virus que se produce en otoño e invierno y sus síntomas son:

• Fiebre elevada (39-40°C)
• Escalofríos
• Dolor de cabeza
• Vómitos
• Diarreas

La gripe puede aparecer aisladamente o en epidemias. Periódicamente suelen aparecer nuevos tipos de virus, por eso es difícil prevenirla. Por otro lado, aunque existen vacunas específicas y eficaces, éstas no logran dar una inmunidad permanente.

La fiebre puede durar hasta dos o tres días, en cuyo caso no es necesario que tu hijo tome antibióticos. Pero, si ya ven que van varios días con fiebre o por más tiempo, entonces se recomienda un tratamiento adecuado de antibióticos para tratar las posibles complicaciones como otitis y bronquitis, o bien, en casos extremos, neumonía.

¿Cómo puedo saber si es resfriado común?

Los niños menores de cinco años son más propensos a contraer resfriados. Sus síntomas principales son el resultado del intento que hacen los tejidos para liberarse de sus invasores. Éstos son:

• Nariz tapada
• Sequedad, carraspera e irritación de la nariz y garganta
• Estornudos
• Tos
• Dolor en las articulaciones
• Fiebre
• Falta de apetito

El resfriado se contrae de otra persona resfriada. La forma más común de contagio es por la saliva de los enfermos cuando estornudan, tosen y hablan. Las gotas que llegan a escupir contienen gran cantidad del virus del resfriado. Asimismo, si se usan los pañuelos, cubiertos, o cualquier objeto personal de una persona resfriada, se puede contraer el virus.

Por eso, la recomendación es guardar distancia con quien presente la sintomatología y hacer que el enfermo se lave las manos constantemente.

Un enfermo es más contagioso durante los primeros días en que se le presentó el resfriado. Una vez que han pasado entre tres y cuatro días, ya no es posible transferir a otra persona el virus. Al contrario de la gripa, el clima frío no influye; lo que predispone al organismo a contraer el resfriado son los cambios bruscos, tales como pasar del calor al frío y viceversa.

El principal remedio para el resfriado común es el descanso en una cama a partir de los primeros síntomas, porque así se le permite al cuerpo luchar contra la infección. En los bebés los catarros dificultan su respiración, lo que provoca que se cansen al tomar el pecho o el biberón.

Antes de las tomas, es recomendable que se le aplique en cada fosa nasal un par de gotas de suero fisiológico, lo cual descongestionará su nariz. El catarro mal cuidado puede derivar en bronquitis, otitis, pulmonía y neumonía, entre otras complicaciones.

En cualquier caso se recomienda que observes bien los síntomas de tu hijo, si éstos no desaparecen en una semana debes acudir con su pediatra.

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Redacción bbmundo