¿Y qué es eso del “Sittervising”?. Es un enfoque de la crianza consciente, lo que hace es dejar que los niños jueguen, sin que los padres participen, solo se observa lo que hacen desde un lugar sentados.
Su objetivo es la de fomentar su independencia y autonomía, para que puedan resolver sus cosas por sí mismos.
Muchas veces los papás y las mamás se presionan para jugar con sus pequeños, pero al final en vez de ser un espacio de placer y lúdico, se vuelve en una presión, los padres creen que debe de volverse en una clase, se aburren y se cansan y los pequeños notan esta conducta y se molestan porque son invadidos y exigidos por ellos.
La idea del Sittervising me parece fascinante, porque ayudará a los pequeños a ser autónomos e independientes; pero te voy a decir la verdad mamá, esta modalidad no es nueva y sus bases vienen desde el siglo pasado de la mano con Donald Winnicott. Psicoanalista inglés quien desarrollo un concepto maravilloso llamado: “La capacidad de estar solo”.
¿Y qué tiene que ver esto con el Sittervising?
La capacidad de estar solo es uno de los signos más importantes de la madurez psíquica, es poder tener una relación consigo mismo sin sentirse abandonado, desolado, sino feliz y en plenitud; aún en presencia de otro. De sentir confianza y esperanza.
Se construye gracias a la relación íntima con la madre o su sustituta, quien lo sostiene emocionalmente en situaciones de estrés, dolor, acompañándolo a crecer, pero también enseñándolo a estar solo.
Te comparto cinco claves para que lo puedas apoyar a que aprenda esta capacidad:
-En los primeros tres meses de vida, tú bebé y tú forman una unidad, tú eres la traductora de lo que siente, de lo que ocurre a nivel sensiomotriz (hambre, sueño, defecar, orinar) y para poder calmarlo es importante que estés disponible física y emocionalmente, traduciendo lo que siente: “estás llorando porque tienes hambre, ahora lo haré, calma mi bebé”.
-Brindarle un ambiente facilitador: esto es poder escuchar lo que tu bebé necesita, no poner emociones o afectos que él no esta sintiendo: “eres un berrinchudo, por eso lloras en la noche, quieres que haga lo que tú quieres”.
-Diferenciar tu historia y la de tu pequeño. No puedes sanar tu vida haciendo por tu hijo lo que no hicieron por ti. Tu hijo es un ser diferente a ti, que irá construyendo su propia historia, por lo que si le impones tus deseos no le permitirás expresar los suyos y sus necesidades.
-Cuando tú le permites transitar desde la dependencia total y luego lo dejas caminar hacia la independencia, cuando le permites estar solo en tu presencia: gracias al apego seguro, le das esperanza y confianza de que sus necesidades serán cubiertas. Por lo que no se sentirá desolado cuando tu separas de él, sino que lo dejas crecer y madurar.
-Juega con tu hijo, permite que se muestre como es y tu también hazlo. Pero dale un espacio para poder disfrutar estar contigo, aunque cada quien este en su propia soledad. Ósea, no lo invadas, no te impongas, permite seguirlo en su juego, para que pueda disfrutar estar consigo, sin sentir desesperación.
En conclusión mi querida mami, tú eres ese primer objeto de amor de tu hijo, tú eres la que le brinda ese ambiente facilitador para que se sienta seguro y en confianza y si le permites atravesar desde la dependencia absoluta hacia su autonomía e independencia y así sentir que la vida vale la pena de ser vivida.
Con cariño, Carmiña, La Gurú de los nenes y sus mamis
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Swaddling: técnica para envolver a los bebés y evitar que lloren
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Carmiña Ruiz Medrano
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