Es común creer que un lactante o niño con mejillas rozadas y regordetas que además parpadea constantemente sus ojos, es un niño bonito y coqueto. Sin embargo, estas pueden ser los síntomas de una enfermedad dermatológica que, por lo general, se diagnostica en etapas muy tempranas, explica el dermatólogo pediatra, Yuri Igor López Carrera, Presidente de la Academia Poblana de Dermatología.
La enfermedad del “niño bonito»
Los médicos de antaño (hace 20 o 30 años) diagnosticaban la “enfermedad del niño bonito” cuando llegaba a su consulta un pequeño, en el 50% de los casos era menor de 2 años de edad, con las mejillas enrojecidas, algunos incluso tenían la piel con temperatura elevada, y los ojos un tanto vidriosos, que hacían parpadear al pequeño constantemente.
Actualmente, la enfermedad ya no se llama así, hoy en día se le conoce como dermatitis atópica infantil que se caracteriza por:
-Enrojecimiento de las mejillas.
-Picor intenso en la zonas rojas.
-Piel tensa con presencia de pequeñas protuberancias que pueden cubrirse con una costra y supurar líquido al rascarse.
-Ojos llorosos por la incomodidad en el rostro.
-Parpadeo constante.
De acuerdo con el doctor López Carrera, Profesor de pregrado en la Universidad Anáhuac de Puebla, la dermatitis atópica infantil sin un tratamiento adecuado comenzará a generar rojeces en otras áreas del cuerpo: detrás de las rodillas, atrás de los codos y las orejas, e incluso en el cuero cabelludo.
“Cuando el niño comienza a crecer, las lesiones también se extienden y sin un tratamiento adecuado, pueden incluso sangrar por el rascado que los propios niños se hacen y que los padres pueden confundir con una infección”, precisa López Carrera, entrevistado de forma exclusiva para Bbmundo.
No es una infección
La dermatitis atópica infantil no es una infección, por eso “nunca hay que colocar antibióticos o medicamentos que generarán más daño en la piel. Lo ideal, es acudir con el médico para que le brinde un tratamiento tópico tras una revisión exhaustiva del paciente”.
Además, es importante saber que “la piel de los lactantes tienen una disfunción de la barrera cutánea por su inmadurez en la producción de lípidos que protegen la dermis, y al no tener esa ´grasa natural´ hay mayor pérdida de agua y, por lo tanto, resequedad y grietas. Aunado a ello, si los padres cubren mucho al bebé, sudará y perderá más agua que su piel necesita”, explica el entrevistado, experto en Inmunología y Genética en Dermatología Pediátrica.
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¿De dónde surge la enfermedad del “niño bonito”?
De acuerdo con el dermatólogo pediatra López Carrera, la dermatitis atópica infantil está presente en niños que además, pueden tener asma y diversos tipos de alergias. “Son niños que inmunológicamente son más sensibles y por ello su piel reacciona de forma exagerada”.
Lo más importante es “llevar con el pediatra al bebé, y no colocar ningún remedio casero que puede generar una inflación más grave; el dermatólogo será quien ayude a mejorar la calidad de la piel, evitar la inflamación así como su engrosamiento,” precisa el experto.
5 tips para cuidar la piel de tu bebé
La piel del bebé es muy frágil y por ello, es necesario:
1. Evitar colocar cremas con perfumes, colorantes y otros químicos.
2. Lavar la piel con un sustituto de jabón
3. Evitar restregar o tallar la piel
4. Humectar la piel con productos recomendados por el dermatólogo
5. Jamás colocar remedios caseros como: aceites, vitaminas, hierbas o talcos.
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Guadalupe Camacho
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