Se han incrementado 30% los terrores nocturnos infantiles, debido al estrés que genera la cuarentena, pero también por el uso excesivo de las pantallas, alerta el neurólogo pediatra, Jesús Guillermo Laguna Garza, de la Clínica de Trastornos del Sueño, de la Universidad Nacional Autónoma de México.
¿Qué son los terrores nocturnos?
Los terrores nocturnos son experiencias infantiles que ocurren en la noche (tras tres o cuatro horas después de haberse ido a la cama a dormir). Comienzan a presentase en niños a partir de los 18 meses y hasta los 7 u 8 años de edad, pero la gran mayoría de los afectados, tiene entre 3 y 4 años.
Estos terrores nocturnos se caracterizan porque:
•Inician, generalmente, con un grito desgarrador.
•Hay llanto muy intenso.
•Se observa presencia de sudoración, aunque haga frío.
•Se sienten palpitaciones muy fuertes en el pecho.
•Hay pupilas dilatadas.
•Se tienen los ojos abiertos.
No hay respuesta frente a las palabras, abrazos u otros estímulos de los padres o cuidadores.
«Los terrores nocturnos duran poco, pero en casos raros puede llegar hasta los 40 minutos; lo recomendable es no despertar violentamente (a gritos o sacudiendo) al menor de edad, simplemente hay que acompañarlo y evitar que se haga daño», explica la especialista en trastornos del sueño, Guadalupe Terán, coordinadora del Centro de Sueño y Neurociencias.
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¡La pandemia y las pantallas modifican el sueño!
De acuerdo con el neurólogo pediatra, Laguna Garza, ha sido compleja la situación de la pandemia en la mente y cuerpo de algunos niños (y adultos por supuesto) y el sueño es uno de los más afectados.
«Un número importante de niños tiene miedo al coronavirus, pues han perdido a seres queridos, no pueden salir de casa y han dejado de ir a la escuela, aunado a todo lo anterior, están mucho más tiempo frente a una pantalla (ya sea por las clases virtuales, por disfrutar de los videojuegos o la televisión) y todo ello ha incrementado los casos de terrores nocturnos infantiles», indica el entrevistado.
Además, algunos padres, ahora que están mucho tiempo en casa, se han dado cuenta que sus hijos tienen terrores nocturnos, puesto que la convivencia se ha hecho aún más estrecha. «Algunos niños ya tenía terrores nocturnos, pero los padres no se habían dado cuenta. Sin embargo, hoy se están diagnosticando más niños», indica el experto de la UNAM.
Laguna Garza también explica que en casa se deben evitar contenidos (películas, videos o canciones) que no son apropiadas para niños, así como conversaciones y videojuegos para adultos, puesto que eso estresa a los niños y esa tensión mental se puede ver reflejada en los momentos de sueño y descanso infantil.
No son pesadillas intensas
La doctora Terán indica que las pesadillas suceden en la fase de sueño de movimientos oculares (MOR), y el niño con pesadillas despierta fácilmente y recuerda con claridad la ensoñación. En cambio, el niño que sufre de terrores nocturnos no recuerda nada de la situación.
«Otra característica es que los terrores nocturnos suceden principalmente en las primeras horas de la noche que es donde predomina el sueño profundo y las pesadillas en la segunda mitad de la noche cerca del amanecer. Incluso, durante la pesadilla, el paciente tiene los ojos cerrados y no puede moverse, o hay movimientos limitados «, explica Terán, presidenta de la Sociedad Mexicana para la Investigación y Medicina del Sueño.
¿Desarrollará mi hijo terrores nocturnos?
Los expertos en medicina del sueño concuerdan en que no hay una causa específica para presentar terrores nocturnos, pero sí existe una predisposición genética. Es decir, si en la familia ya hubo este tipo de parasomnia, se puede presentar en los hijos y nietos.
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Además, los terrores nocturnos se presentan en cualquier niño que está totalmente sano, no son contagiosos y aunque suelen ser muy impactantes, no generan lesiones o problemas en los niños, que los van a superar prontamente.
«Hay niños que tienen un evento al mes y nada más, en contraste, otros los tienen hasta tres veces por semana y es allí cuando comienzan a afectar la calidad de vida del menor de edad y de la familia, puesto que no descansan bien en casa», lamenta Laguna Garza.
Consejos para tener una buena higiene de sueño
☞ Ten una rutina de sueño, por ejemplo, mi hijo se baña, cena, leemos un libro y a la cama, siempre a la misma hora.
☞ Procura que su habitación esté oscura, cálida y que no tenga distractores, como la TV, teléfono o tabletas.
☞ Evita que los niños estén frente a la pantalla dos horas antes de irse a la cama.
☞ No les des café, chocolate o dulces después de las cinco de la tarde.
☞ Mantén horarios estables, los niños se deben dormir temprano porque así está regulado su reloj biológico y, además, deben dormir las horas adecuadas a su edad.
☞ Es recomendable leer un cuento antes de dormir o hacer una actividad que lo calme.
☞ Si tiene una pesadilla o un episodio de terror nocturno, no hay que gritarle o encender la luz de pronto.
☞ El niño siempre debe irse a la cama con una cena adecuada, no copiosa ni escasa. Cuando un niño presenta terrores nocturnos es importante que los papás mantengan la calma, puesto que el niño no es consciente de lo que ocurre.
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Cuando un niño no duerme bien, tendrá en el día mucha energía, será impulsivo y, en ocasiones, estará irritable. Incluso, puede tener un ligero retraso en el desarrollo y en ocasiones sobrepeso. Así que cuidar el sueño en la infancia es fundamental para garantizar un desarrollo físico y mental óptimo.
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