Los adultos tenemos una forma especial de comunicarnos con todos los que nos rodean, hasta con los niños, a quienes llegamos a tratar como si no comprendieran las cosas, ¿por qué no puedes hablarles con el mismo respeto que a tu jefe? ¿Has considerado que eso tiene que ver con las respuestas que tienen? Para ayudarte te dejamos 19 frases para que tu hijo te obedezca.
¿Quieres que tu hijo te obedezca?
La realidad es que nos empeñamos en hablar con los críos como si no tuvieran la capacidad para entendernos. A lo mejor no te estás sabiendo comunicar y ese es el verdadero problema. La comunicación no es clara, si lo fuera ellos cambiarían su comportamiento. Veamos…
¿Qué necesitas recordar?
Olvida la frase: Ten cuidado
En muchas ocasiones, los niños olvidan nuestras palabras cuando se las hemos dicho una y otra vez, ¿has notado que te tuercen la boca o voltean los ojos? A lo mejor es porque la frase “ten cuidado”, ya es algo cotidiano que no compromete su pensamiento crítico, hazlos responsables y sé clara en lo que quieres que hagan.
Ejemplo: ¿Qué necesitas recordar mientras juegas?
Por favor, habla en voz baja
Olvida la frase: ¡Cállate!, ¡deja de gritar! o ¡cálmate!
Ponte en su lugar, cuando estás muy alterada, lo que menos quieres es que te salgan con la frase: “¡Cálmate!”, porque entonces te pones peor. Lo mismo pasa con ellos. Así que paso uno si quieres que tu hijo te obedezca, es: baja la voz tú y enséñale cómo debe ser el tono adecuado para expresarse. Si tiene ganas de gritar, coméntale que puede hacerlo en ciertos espacios y momentos adecuados.
¿Te gustaría hacerlo por tu cuenta o quieres que te ayude?
Olvida la frase: Estoy harta de pedírtelo, ¡hazlo en este momento!
Para empezar, los niños no tienen la misma prisa que tú así que ¿por qué pretendes que vivan s tu ritmo? La mayoría de los niños responden bien al empoderamiento así que, cuando necesitas que hagan algo, pídeselos con tiempo y delega su responsabilidad así: ¿Te gustaría vestirte o deseas que yo te ayude?, ¿quieres comer solo o deseas que te ayude a partir la carne?
¿Qué aprendiste de este error?
Olvida la frase: Pudiste hacerlo mejor – Es tu culpa
En vez de avergonzarlo por un error, mejor ayúdale a comprender qué aprendió, para que en un futuro, cuando esté en una situación similar, sepa qué sí o qué no le ayudará a resolverlo.
Por favor ______________
Olvida la frase: ¡No!
En vez de decirle, “no subas los pies a la sala”, mejor usa “por favor (en tono amable), pon los pies en el piso”. Recuerda que en el pedir está el dar y si le enseñas a utilizar comunicación positiva para evitar que cuando él indique algo que no desee, la tensión no sea parte del ambiente. Lograrás que tu hijo te obedezca sin molestia.
¿Quieres irte ahora o en diez minutos?
Olvida la frase: Es tiempo de irnos
Le estás dando la opción de elegir el paso que sigue, de todas forma se irán, pero le das la oportunidad de despedirse, pasar al baño o simplemente de decidir su tiempo. Su respuesta será mejor cuando le digas “ya pasaron 10 minutos, es momento de irnos”.
Vamos a agregar el juguete que quieres a tu lista de cumpleaños
Olvida la frase: “No podemos pagar eso” – “No habrá juguetes”
Seamos honestos, a veces sí tenemos el dinero para comprarle el juguete, pero no siempre deseamos hacerlo. Está bien, solamente modifica la frase y no culpes a tu economía para que no la relacione con sentimientos de pobreza, ofrece ideas de cómo puede obtenerlo. Entonces lograrás que tu hijo te obedezca, sin que se de cuenta.
Para, respira, ahora pide lo que quieres
Olvida la frase: ¡Deja de quejarte!
Este es un trabajo de padre e hijo. Si le estás pidiendo que respire, hazlo con él, también servirá para que no pierdas el control y le ayudes a expresarse.
Respétate a ti mismo ya los demás
Olvida la frase: “Tienes que ser bueno”
Sé específico en las cosas y situaciones que necesitas que se comporte de cierta forma. Si para todo le pides que sea bueno, entonces lo hará también cuando se encuentre en un momento de peligro. A veces no es tan bueno que tu hijo te obedezca ¿cierto?
Usa tus habilidades de trabajo en equipo
Olvida la frase: “Préstale tus juguetes, no seas envidioso” – “Nadie querrá jugar contigo si eres mandón”
Si tu hijo es un líder innato, solamente ayúdale a canalizar sus habilidades. Enséñale a pedir, en vez de exigir a que para muchas cosas hay turnos y todos pueden jugar y descansar. Enséñale a ser compartido y las ventajas que tiene para sus relaciones amistosas.
Necesito que _____________
Olvida la frase: “No está bien que…”
Trata de eliminar el NO de tu vocabulario, mejor, si quieres que tu hijo te obedezca, enséñale cómo quieres que haga las cosas. Aplica el “necesito que acaricies al perro con suavidad, a él le encanta así (realicen la actividad)”.
Está bien llorar
Olvida la frase: “Los hombres no lloran” – “No seas bebé, no llores”
¿Por qué insistimos en que la gente se trague su dolor? Enséñalos a manejar sus emociones y que sí está bien llorar, reír y expresarse, esto mejorará su autoestima. Es mejor decir “Está bien que sientas eso, si me necesitas aquí estoy”.
¿Cómo te cuidarás?
Olvida la frase: “Haz esto o aquello, y estarás bien, no es un gran problema”
Delégales el poder de cuidarse, enséñales a ser autónomos y a que además puedan manejar sus emociones con autocontrol. Esto además de lograr que tu hijo te obedezca, creará personas con mayor autoestima.
Me detendré, respiraré y esperaré a que termines
Olvida la frase: ¡Yo lo hago!
¿Qué tal si en vez de desesperarte le dices… “Parece que necesitas un momento, me sentaré y esperaré dos minutos”? Volvemos al punto de darle tiempo para que realice las cosas. Ellos deben aprender de sus fracasos y volverlo a intentar, conocerán sus capacidades y se esforzarán por mejorar cada vez.
Te amo no importa qué
Olvida la frase: “Eres malo, no te querré si haces o no tal” – “Ya no te voy a abrazar si no haces lo que te digo”
Tu hijo debe saberse amado siempre. Esto creará seres humanos felices que no querrán dañar a otros porque el ser más importante los ama. Cuando tengan fracasos o tengan un mal día, ellos siempre se sabrán sustentados por ti.
No estoy bien con ___________— todavía
Olvida la frase: “No puedes porque eres pequeño”
Utilizar la frase “no estoy bien con que trepes ese árbol, todavía”, es mejor que hacerlo sentir incapaz solamente por su edad. Mejor dile que aún no es momento. Los niños a menudo sienten que son lo suficientemente mayores, lo suficientemente fuertes, aunque nosotros no lo creemos así. Cuando como padre te haces responsable de que el del miedo eres tú, tu crío responde mejor a no hacer tal o cual.
Te importa, así que me encantaría que lo decidas
Olvida la frase: “No me importa”
A veces realmente no nos importa si Dora la exploradora tiene o no un problema, pero es gran error decir “no me importa”. Mejor deja que él te diga cómo lo solucionaría, déjalo ser líder y tomar decisiones.
Creo en ti y estoy aquí para apoyarte
Olvida la frase: ¿Por qué tengo que hacer todo por ti?
Si ves que se encuentra en una situación donde no puede hacer tal o cual cosa, solo, ofrecerle ayuda o apoyo, le ayudará a sentirse motivado. Apoyar en vez de rescatar, requiere más paciencia, pero fortalece la autoestima.
¿Cómo te sientes?
Olvida la frase: ¡Relájate! – No es para tanto
Descalificar sus sentimientos hará que los reprima. Cuando se sienten cómodos sintiendo realmente una emoción y comunicándolo, sus conductas tienden a ser mucho más limpias y respetuosas.
Artículo original: mother.ly
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Redacción bbmundo